ESCRITOR

«Me encanta encontrar rincones que no tienen nombre»

El escritor catalán Enrique Vila-Matas ha presentado su nuevo libro ‘Canon de cámara oscura’ en la Fundación Luis Seoane en A Coruña | La novela se centra en la vida de Vidal Escabia, que selecciona 71 libros de un cuarto oscuro de su casa con la idea de, a lo largo de 71 días, escribir un canon | También aborda cómo las distintas obras que lee le afectan en su día a día

Enrique Vila-Matas, en A Coruña.

Enrique Vila-Matas, en A Coruña. / Germán Barreiros/Roller Agencia

Á.Abeledo

¿Por qué decide escoger el formato canon para hablar de la escritura dentro de la escritura? 

El canon surgió de mi idea de que es un formato de estructura de libro y, además, también puede ser falso. Es decir, que el narrador, el personaje como tal, tenga opiniones muy distintas de las del autor. Y si encima es, como parece ser, un androide, pues es un motivo para que no tenga que coincidir exactamente con el canon posible del autor.

El protagonista escoge 71 piezas para elaborar el canon. ¿Las escogió al azar como el personaje o tuvo alguna preferencia a la hora de elegir las obras?

Escogí este número, el 70, que luego se convierte en 71. Pero, por otra parte, mientras escribía el canon, hay un solo libro al azar durante 70 días, me di cuenta de que no iba a marcar 70 días, me quedaba mejor dejarlo en 35 nombrados. Lo que permitía un amplio marco de posibilidades de que otros autores estuvieran ahí incluidos. Como todo pasa en dos noches y en dos días, únicamente me remitía a 30 días atrás, los que ya habían sido elegidos en los 71, sin citar la segunda parte, con los dos títulos de esta.

Usted decide que haya una duda entre si el protagonista es un androide o si realmente es una persona que está intentando buscarse a sí mismo.

En este caso, la lógica robótica la elegí como inicio del libro y la duda sobre si el narrador lo era o no. Esa duda, decidí que no permaneciera mucho tiempo, que el propio narrador no estirara tanto este interrogante, y venía a confesar para el lector que sí lo era. Eso convierte para mí en fascinante al narrador. 

¿Por qué decide volver a un registro estilístico parecido a Bartleby y compañía?

En ningún momento pensé en Bartleby y compañía mientras hacía el libro. Hay otro que también es un artefacto literario, anterior, del 85. Esos dos libros tienen estructuras especiales, y este libro también la tiene, conecta con estos dos, pero no hubo un intento de regresar a Bartleby y compañía. Veo solamente un punto común entre los dos libros, y es que la elección de libros, de fragmentos dedicados, podría ser infinita, y son más bien cortos precisamente por esto, porque no se acabarían nunca.

¿Se inspiró en alguien conocido a la hora de crear a Vidal Escabia? 

Pues es una voz, como en todos mis libros. En realidad, lo que hay es una voz, una que continúa de libro a libro, pero que son voces que pertenecen a personajes distintos. Más diferente que la voz de un androide, es imposible de encontrar, ¿no? El lector, que sabe ya que es un androide, creo que se da cuenta de que dispone de una libertad total, que ese narrador la tiene para decir lo que quiera.

¿Por qué crea esa conexión entre lo que lee Escabia y entre lo que le pasa en su vida? 

Porque al final va muy ligado a lo que lee y lo que le acaba pasando. Eso es lo que ocurre en la novela, o que le pasa, es porque ha leído algo que pide que la lectura se funda de una manera curiosa en su vida. Hasta yo mismo lo noto en la vida real, aunque no se escribe en ningún libro. Hay muchas cosas conectadas de una forma que tienen que ver con lo que acabo de leer.

El dolor de Escabia por la pérdida de su hija, ¿cómo de presente está en la obra? 

Bueno, esta pérdida va avanzando como algo palpable. Poco a poco y sin insistir mucho en ella. Pero el argumento del libro podría ser un androide que espera a su hija humana, no tan humana. Porque una mitad de la hija pertenece al mundo de los Denver y la otra al mundo humano.

Decide llamar a un rincón de Barcelona punto Obama. ¿Cómo se le ocurrió ese nombre?

Son historias que más o menos están basadas en hecho reales.El día del concierto de Bruce Springsteen en Barcelona, fui a una fiesta en el mismo lugar de la novela y mientras esperaba en esa esquina, vi aparecer una caravana de Obama. Es un lugar en el que espero siempre taxis al salir de la librería La Central. Me encanta encontrar un rincón que no tiene nombre, está abierto a las interpretaciones que se quieran dar.

Tracking Pixel Contents