El San Juan que seduce a todos y envía a los cielos el deporte y la cultura de A Coruña

La falla de la noche mágica rindió homenaje a Manuel Rivas, al OAR y a las cantareiras, embrujando desde veteranos de la celebraciones a adolescentes que se estrenaban en Riazor, de coruñeses de toda la vida a extranjeros. Durante la noche, se registraron medio centenar de incidencias, aunque ninguna de gravedad

A Coruña

La noche de San Juan empezó mucho antes del ocaso. Con grupos de amigos buscando sitio en las playas (como Sofía y Claudia, adolescentes que se levantaron «a las seis de la mañana»), con familias disfrutando de los más de 30 grados que se registraron en el paseo marítimo. Con pandillas bebiendo y celebrando por las calles por la tarde, como la de Candela y Marta, que cambiaron las hogueras de otros años por «callejear» e ir de bares celebrando «el día de A Coruña, la mejor ciudad del mundo».

Las hogueras de San Juan en A Coruña

Casteleiro / Roller Agencia

Hubo tantos San Juan como asistentes a la fiesta (unos 190.000 según los cálculos del Ayuntamiento), pero el centro simbólico de la noche fue el incendio de la falla, que este año se rindió a dos señales de identidad de la ciudad, el deporte y la cultura.

La sardina, la reina de la fiesta en San Juan

Casteleiro / Roller Agencia

Encender las llamas este año le correspondió a jugadores del OAR, celebrando su ascenso, miembros de la Asociación Cultural Donaire, recordando el Día das Letras dedicado a las cantareiras, y al escritor coruñés Manuel Rivas, reciente Premio Nacional de las Letras. Todos están en la escultura con un pulpo, un sombrero de meiga, María Pita. Las llamas abrazaron los símbolos de las victorias deportivas y culturales de la ciudad, se ocuparán de convertirlos en humo y elevarlos al cielo, iluminado por estrellas, por los fuegos artificiales.

Pero es una noche con muchos otros fuegos: se pidieron más de 700 permisos para hogueras y parrilladas. Los fuegos en las playas, como el que preparaban esta tarde en Riazor los colombianos Orlando y Diego Garrido en una porción de Riazor con banderas venezolanas, colombianas o brasileñas, en la que había mujeres en bikini y otras con pañuelo. Y el «olor a humo», emblema del San Juan Coruñés para la cubana Tere, sale también desde los fuegos de los barrios y las sardiñadas y churrascadas de grupos de amigos o de hosteleros. Con escasez de sardina en los mercados, en muchas se veía esta tarde churrasco y carne en vez del tradicional pescado.

mujeres observan fuegos artificiales

mujeres observan fuegos artificiales / Casteleiro/Roller Agencia

Hosteleros chinos e italianos anunciaban sus especialidades en la calle. También se vendían por todas las esquinas coruñesas las tradicionales hierbas de San Juan, para los coruñeses que querían espantar la mala suerte. El despliegue para permitir que la noche se celebre sin incidentes y asegurar la limpieza sumó a más de mil personas: desde bomberos y policías a protección civil o los diez miembros del grupo de rescate acuático, con la embarcación lista para intervenir.

Medio centenar de incidencias

A Coruña fue la ciudad donde más incidencias se registraron durante la noche de San Juan en Galicia, más de 50 según recoge el último boletín del 112, aunque ninguna de gravedad. Varias personas tuvieron que recibir asistencia sanitaria por intoxicación etílica y, alrededor de las 5 de la madrugada, un joven resultó herido al caer por las escaleras que dan acceso a la playa del Orzán. También un joven tuvo que ser detenido por desobediencia por la Policía Local, así como varias intervenciones de la Policía Nacional relacionadas con peleas que se saldaron con detenidos por resistencia a la autoridad, aunque sin heridos.

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