El Barrio de las Flores, 18 metros de orgullo
Las llamas de la hoguera del Barrio de las Flores se podían ver la noche de San Xoán sobrepasando los edificios. Es una obra colectiva en la que colaboran pequeños y mayores y de la que, tras muchas horas de trabajo para apilar 600 palés de madera de una forma estratégica, disfruta todo el barrio

Gus de la Paz Fotografía
G. Malvido / A. Carro
«Lo que se vive en San Xoán en el Barrio de las Flores no lo hay en ningún otro lugar de la ciudad», sentencia el fotógrafo Gus de la Paz, natural de Toledo pero que, desde que se mudó a A Coruña hace tres años, ha inmortalizado con su cámara el proceso de montaje de la que es la hoguera más alta de la ciudad. Este año, según explica uno de sus promotores, David Pujales, la falla alcanzó los 18 metros de altura, y fue construida con la madera de 600 palés, con un sistema que «se inventó» su hermano Mario hace varios años y que han ido perfeccionando solsticio tras solsticio.
«Cuando nosotros éramos niños ya se hacía hoguera en el Barrio, y los mayores nos enseñaban cómo la iban montando, pero fue cambiando, porque antes nos pasábamos semanas carreteando leña. La madera era más forestal, íbamos al monte, cortábamos un árbol y traíamos los troncos, ahora, como eso no se puede hacer, traemos palés y en tres días tenemos la madera», explica David, uno de los ocho hermanos Pujales, que ha mantenido viva la tradición del San Xoán en el barrio junto a sus vecinos, aunque son él, como responsable de la madera, y sus hermanos Mario, como creador del sistema que ahora utilizan, Lot —aunque este año no pudo acudir a la cita— y Salvador —que se encarga del montaje—, los que más se han involucrado en que en el Barrio de las Flores se haga una hoguera que no solo sea grande, sino que sirva para que varias generaciones pasen tiempo en la calle y compartan sus experiencias y que todo esto se haga con seguridad, porque son muchos los años de experiencia los que atesoran y mucha también la ilusión que les hace que todo salga perfecto, que sea una noche de disfrute y sin sobresaltos.

Los autores de las hogueras de San Juan en el barrio de las Flores. / Carlos Pardellas
Ahora, son ellos los que tienen entre 35 y 40 años y los que llevan la voz cantante en la construcción de la hoguera, como antes ya lo fueron otros y dentro de unos años lo serán quienes ahora les acercan las herramientas y les hacen preguntas para saber cómo montar la falla más alta de toda la ciudad. «Hace como diez o quince años empezamos a hacer la hoguera con un sistema diferente, como si fuese una pirámide egipcia, mi hermano Mario, que es ingeniero, fue el que se inventó el sistema y la hacemos por pisos, porque vimos que es una forma segura y que la hoguera arde de una manera controlada», explica David, porque en una torre de casi veinte metros de fuego, es importante que no haya imprevistos. Para ello, necesitan hacer la estructura bien firme, así que usan taladros, clavos, martillos y mucha paciencia para que la base sea segura y puedan construir hacia arriba todos los metros que la madera aguante.

Los autores de las hogueras de San Juan en el barrio de las Flores. / Carlos Pardellas
Y, ¿de dónde salen tantísimos palés? Pues de todo un año de trabajo y de mucha colaboración de empresas y de sus operarios. «Muchos vecinos trabajan en almacenes que usan palés y nos van guardando durante todo el año los que están defectuosos o que ya no sirven y nosotros, esos días, las vamos a buscar», relata David Pujales desde uno de los centros neurálgicos del barrio, el bar El Invernadero de las Flores.
A Gus de la Paz una de las cosas que más le impresionó de esta tradición fue ver la cohesión y el espíritu de barrio que hay en una zona de la ciudad que, si se hubiese fiado por la fama que le precede, no hubiese visitado. «Ves niños pequeños, de diez años o menos, que van a llevar un palito a la hoguera porque quieren colaborar y después, a diez o quince chicos que no paran, que incluso algunos se piden el día libre en el trabajo, para hacer una hoguera a la que, por la noche, van cientos de personas», resume el fotógrafo, que se ha tomado como un proyecto personal el hecho de documentar año a año el San Xoán del Barrio de las Flores, hasta el punto de que es ya «uno más» a pesar de no residir en la zona, sino un poco más arriba, en Eirís.
David destaca que con estos 18 metros de hoguera no están haciendo nada que no hayan hecho con ellos antes, enseñar a los pequeños a amar a su barrio, a mantener vivas sus tradiciones, a cuidar de sus vecinos, y a sentir orgullo del lugar que habitan.
Rey anuncia medidas para evitar la acumulación de basura en San Juan

Carlos Pardellas
La alcaldesa, Inés Rey, tildó este miércoles de «lamentable y vergonzosa» la imagen de la ciudad tras la noche de San Xoán, ya que playas y calle amanecieron llenas de basura y avanzó que, «de aquí al año que viene, se estudiarán medidas» para evitar esta situación. «Aún no sabemos cuáles ni de qué tipo, pero esta imagen no casa con la ciudad que estamos construyendo», dijo. En la ciudad se congregaron 190.000 personas y, al día siguiente, se recogieron «44 toneladas de basura», lo que consideró que fue «la nota negativa» de esta celebración. Son trece toneladas menos que el año pasado.
- A Coruña despide una tienda histórica: «Yo no era manitas, lo eran mis clientes»
- Monte Martelo, el barrio naciente en A Coruña
- Nuevo párroco para la Colegiata
- El Concello precinta El Holandés, en la Estrecha de San Andrés, por no adaptarse a la normativa
- A pleno la ordenanza definitiva de eficiencia energética de A Coruña para su entrada en vigor este mes
- Fallece la paciente de cáncer ultrarraro Iara Mantiñán: una entre un millón
- Los dueños de perros en A Coruña celebran las nuevas sanciones: 'La gente aprende por las malas
- El Concello de A Coruña empieza a poner multas por no limpiar los excrementos de los perros: hasta 30.000 euros para los reincidentes