Xunta y Concello de A Coruña sellan el acuerdo para Santa Lucía tras diez años de demandas

La rehabilitación del edificio estará concluida en 2027 y las obras empezarán este año, según la previsión de ambas administraciones

La rehabilitación del antiguo mercado de Santa Lucía da un paso adelante con la firma este jueves del convenio entre el Concello de A Coruña y la Xunta que hará posible modernizar la instalación comercial e incluir en el mismo edificio el nuevo centro de salud de A Falperra, además de un centro cívico municipal. La alcaldesa, Inés Rey, y el presidente del Gobierno gallego, Alfonso Rueda, suscribieron el acuerdo para hacer efectiva la inversión de 10,3 millones, de los que el Concello aportará 4,7 millones, tres de ellos proporcionados por fondos europeos.

Tanto Xunta como Concello prevén que, tras su licitación, ya publicada en el Diario Oficial de la Unión Europea, las obras den comienzo este año y estén concluidas en 2027, después de un periodo de 18 meses en el que está calculada la duración de los trabajos. El proyecto consiste en la rehabilitación del inmueble construido en 1979 mediante un diseño del prestigioso arquitecto Manuel Gallego Jorreto, cuyos volúmenes se mantendrán para albergar, además del mercado, un centro de salud y un centro cívico, este último en el edificio de cinco plantas adyacente.

Rey calificó esta actuación como una «demanda histórica», ya que hace diez años que se reclama por la ciudadanía, y que es «una de las más relevantes», por lo que agradeció a los vecinos su «paciencia infinita». Aseguró que Concello y Xunta «trabajan de la mano» para que se abra en 2027 y que el proyecto «satisface a las dos partes». También manifestó que la obra «no podía esperar más» por la necesidad de equipamientos en A Falperra y de la modernización del centro de salud, así como que aprovechó «al máximo» el espacio disponible al instalar también un centro cívico en el complejo.

Alfonso Rueda recordó que la reclamación de este proyecto fue incluida en su primera reunión con la alcaldesa y que su apertura «supondrá un antes y un después» para el barrio. Calificó la propuesta de «solución inteligente» y estimó que la rehabilitación dará «una segunda vida» al edificio de Gallego Jorreto.

«Queremos que sea una referencia», dijo el presidente sobre el nuevo centro de salud, que atenderá a 12.000 personas y cuadruplicará el espacio de la instalación actual, por lo que duplicará las consultas de medicina de familia, pediatría y enfermería. También habrá una sala de espera pediátrica, una consulta de matrona, área de trabajo social y sala de educación maternal.

Para Rueda, esta obra es un «ejemplo de entendimiento» entre Xunta y Concello y recordó que «todas las administraciones manejan los mismos recursos, que son los de los ciudadanos».

Propuesta ganadora

El estudio de arquitectura Burgos & Garrido fue el ganador del concurso convocado para la rehabilitación del antiguo mercado de Santa Lucía. Su propuesta plantea la ubicación del mercado en la planta sótano, donde también habrá un aparcamiento que estará separado de la zona de venta. Al primero se entrará por la calle Inés de Castro y al segundo por Pasadizo de Pernas. El centro de salud ocupará la planta baja y la primera del edificio y su acceso será por Doctor Fleming, aunque el edificio también tendrá una comunicación con el mercado desde esta calle y con el centro cívico , que se situará en el edificio anexo cuya entrada está en Inés de Castro.

El jurado del concurso valoró en el proyecto ganador su búsqueda de la eficiencia energética y los materiales elegidos para la fachada y la cubierta, además de la redistribución de los espacios interiores para aprovechar la luz natural y conservar el espíritu del diseño original de Gallego Jorreto.

Pese al tono de cordialidad mostrado por Xunta y Concello durante la firma del convenio, el portavoz municipal del Partido Popular, Miguel Lorenzo, recordó entonces que en 2014 —durante el Gobierno local del PP— se firmó un protocolo para la reforma del mercado y que «los gobiernos posteriores han necesitado 11 años para formalizar el acuerdo que se dejó encarrilado entonces». En su opinión, el acto de este jueves fue posible por «la presión sin descanso» de la asociación vecinal de A Falperra y la «firme apuesta de la Xunta», que contrapuso a la «desidia municipal» durante los últimos años.

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