«Solo un 20% de cómo envejecemos es genético, el resto depende del contexto»

La bióloga coruñesa Tamara Pazos compatibiliza su trabajo como investigadora en la Universidade da Coruña (UDC) con la divulgación científica, que la ha llevado a publicar varios libros. El último, ‘Crecer sin envejecer (o casi)’ explica cómo reducir el deterioro de la edad en base a los descubrimientos científicos

Tamara Pazos con un ejemplar de su libro. |  Casteleiro/Roller Agencia

Tamara Pazos con un ejemplar de su libro. | Casteleiro/Roller Agencia / Casteleiro/Roller Agencia

A Coruña

¿Hay gente que envejece peor o mejor por genética?

El 20% de cómo envejecemos está marcado por el ADN que heredamos. Desde el nacimiento, el ADN vive en un contexto, y eso es el 80% del envejecimiento.

¿Cómo modificar a ese contexto para envejecer mejor?

En envejecimiento, el foco ha de estar en cuidar del sistema inmune. Al envejecer, las células van teniendo pequeños errores y pequeñas distorsiones que van a hacer que no funcionen bien, y el sistema inmune es el que detecta si hay un error, el que quita una célula muerta que sobra, el que quita un trozo de un germen que molesta. Cuidar el sistema inmune es lo que más se va a asociar con la longevidad y el bienestar.

¿Y cómo hacerlo?

Algo prioritario para el sistema inmune es el descanso, la calidad y horas del sueño. Es el momento en el que se reponen todos los soldados, todas las defensas. Primero se reparan los músculos, el cansancio, los huesos, y, si no acumulamos más de cinco o seis horas de sueño continuos, de calidad, de sueño profundo, no se va a llegar a dar esa reparación del sistema inmune, e iremos acarreando problemas.

¿Qué más factores hay?

La microbiota intestinal [bacterias del intestino] es importante. Todo lo que entra en el sistema digestivo afecta al sistema inmune enriqueciéndolo o empobreciéndolo. Esto puede generar o bien un sistema inmune muy fuerte, o puede dar lugar a inflamación, enfermedades de tolerancia, etc. Estamos muy acostumbrados a tolerar el alcohol, el tabaco, comida ultra procesada, cosas que sabemos que nos sientan mal. Tenemos un par de deposiciones malas, dolor estomacal, un poco de reflujo. Convivimos con eso, y realmente lo que estamos conviviendo es con un estado de inflamación constante en nuestro sistema digestivo que está afectando al sistema inmune. Y eso a largo plazo acarrea más riesgo de ciertas lesiones, incluso tumores... Convivir con patología digestiva crónica puede acarrear graves peligros.

Vivimos más que anteriores generaciones, ¿envejecemos mejor?

No cualquier pasado fue mejor en absoluto. Si hablamos de longevidad, de vivir muchos años, la clave de que aumentase la esperanza de vida está en factores sociales: medicamentos, vacunas, higienización, conexión con áreas sanitarias... Pero la calidad de vida depende del contexto inmediato. Tenemos muchos factores que, a pesar de que nos dejan vivir muchos años y tenemos esa longevidad, nos van a quitar vitalidad. Igual estás conviviendo con dolores crónicos, neuropáticos, autoinmunes, contaminación, usos desbordados de pantallas, aislamiento... Si tienes muchas facilidades para subsanar los estreses del día a día, vas a tener más calidad de vida. En los entornos socioeconómicos más bajos pueden vivir bastantes años, pero con muy mala calidad de vida en muchas ocasiones.

Hay mucha gente dando consejos sobre salud en internet. ¿Se está colando pseudociencia?

Hay divulgación de mucha calidad, pero entre los influencers está encajando también el gurú de salud: yo hago esto y me va bien, me gusta esta comida y me sienta bien. Es realmente peligroso, esa recomendación individual no tiene por qué aplicarse al resto de la población.

Tracking Pixel Contents