Racismo en relaciones laborales: agresión a una empleada del hogar en A Coruña

SOS Racismo incluye en su informe nacional de 2024 un caso de violencia en la ciudad: «Denunciar a la persona que te emplea y con la que vives, en caso de internas, es muy complicado»

Vista panorámica de A Coruña

Vista panorámica de A Coruña / Víctor Echave

A Coruña

El informe anual de 2024 de SOS Racismo a nivel estatal es demoledor: 590 casos en un año y más de un centenar con agresiones físicas, verbales o simbólicas. Uno de los ejemplos que se cita en la memoria ocurrió en A Coruña: una empleada del hogar que fue agredida por la hermana de la mujer a la que cuidaba. «Denunciar a la persona que te emplea y con la que vives, en el caso de régimen interno, es muy complicado», analiza la técnica de la oficina de información y denuncias de SOS Racismo en A Coruña, Sonia Mendes.

Reconoce que, «por desgracia, en el sector de los cuidados existen muchas violencias». Este caso ocurrió en febrero de 2024. María —nombre ficticio— llevaba más de un año instalada en A Coruña y trabajaba cuidando a una persona mayor. Cuando esta fue ingresada en el hospital, María «experimentó un episodio de violencia física y psicológica que refleja cómo el racismo y los prejuicios pueden surgir incluso en relaciones laborales aparentemente cotidianas», recoge el informe.

En esta historia, la «violencia venía de la hermana de la persona que estaba cuidando», apunta Mendes. Ocurrió cuando llamó al teléfono móvil de la víctima, durante el ingreso de la mujer, pero no le cogió. Entonces, se presentó en la casa. «Escuchó el timbre y la puerta como si lo fuera a quemar», recuerda. La señora consiguió entrar y «le tiró del pelo, la tiró contra la pared y le pegó». María, que también recibía insultos como «india, zorra o mulata», consiguió escapar e ir al hospital. Presentó una denuncia ante la Guardia Civil. «No era la primera vez que pasaba», añaden desde SOS Racismo.

Sonia Mendes cuenta que, en muchos casos, «esas violencias dentro de la propia profesión de cuidado de personas dependientes o con enfermedades quedan sin denunciar». Informa de que en este sector «normalmente las personas empleadas son mujeres en situación administrativa irregular», lo que hacen que sea más difícil que decidan presentar una denuncia. Están expuestas, cuenta la técnica de SOS Racismo,a una doble vulneración: «Por la propia persona a la que está cuidando y por los familiares». Así, todos los años detectan casos en el sector de los cuidados. «En muchas ocasiones, sufren estas violencias en silencio. También porque las familias amenazan con denunciarlas, si están en situación irregular, y tienen miedo», detalla, y reflexiona que es «complicado» denunciar a esa persona «que te de da un empleo y una casa, en el caso de las personas que están en régimen interno».

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