El plan estatal de alquiler asequible arrancará en la avenida de Fisterra y en San Andrés

Los dos inmuebles pertenecen a la Sareb y podrán cederse al Sepes para su incorporación inmediata al mercado inmobiliario

La gestora de activos también tiene suelos en Visma y en el parque de Oza

Edificio de la Sareb en la calle Álvaro Cebreiro. | Carlos Pardellas

Edificio de la Sareb en la calle Álvaro Cebreiro. | Carlos Pardellas

A Coruña

El plan del Gobierno de traspasar a la Entidad Pública Empresarial de Suelo (Sepes) las viviendas y suelos de la Sareb para destinarlas a alquiler asequible ya tienen su punto de partida en A Coruña: el bloque residencial del número 380 de la avenida de Fisterra y el inmueble ubicado en la calle Álvaro Cebreiro, cerca del edificio Labase, en San Andrés.

La Sareb tiene en la ciudad 162 viviendas y 75 parcelas, pero solo se podrán traspasar al Sepes —que ha mantenido reuniones con el Concello— las que cumplan los requisitos fijados por el Ministerio de Vivienda. El plan del Gobierno tiene dos velocidades, ya que hay activos que se podrán incorporar ya al mercado inmobiliario —en otoño— y otros que necesitan más tiempo para su puesta a punto, como suelos o edificaciones sin acabar.

En A Coruña, hay dos inmuebles que forman parte del primer grupo, es decir, que podrán gestionarse con rapidez para destinarlos cuanto antes al alquiler asequible y en los que se ha fijado el Gobierno. Uno de ellos es el bloque residencial de la avenida de Fisterra, entre Cances y el polígono empresarial de Agrela. Ya se habló en varias ocasiones de este edificio porque incluso el Concello pidió su cesión. Son unos 134 pisos desocupados repartidos en ocho plantas. El banco malo dio largas diciendo que el inmueble no estaba acabado y que no cumplía los criterios suficientes de habitabilidad, pero ahora, tras haber hecho algunas obras, sí se podría traspasar al Sepes para formar parte de este plan, según fuentes consultadas.

Serían necesarias, no obstante, intervenciones, pues hay zonas sin urbanizar o desperfectos por el paso del tiempo. Junto a él hay otro edificio gemelo que no llegaría al mercado en esta primera fase porque solo tiene construido el esqueleto.

Otro inmueble de la Sareb que podrá pasar a manos del Estado es el del número 18 de la calle Álvaro Cebreiro, construido en 1918 y reformado en 2014. Con una superficie de 1.141 metros cuadrados, el edificio se divide en bajo y cuatro plantas, que suman ocho viviendas. Rehabilitado hace años, pero nunca ocupado, es el otro inmueble elegido por el Ministerio de Vivienda en A Coruña.

Por ahora se desconoce cómo va a adjudicar el Sepes estos pisos. Según fuentes consultadas por esta redacción, serán de alquiler asequible, que no de carácter social, para facilitar el acceso a jóvenes o familias con recursos limitados pero que no tengan acceso a ayudas sociales. Sobre la mesa está la posibilidad de que si la ciudad en la que se actúa tiene empresa municipal de vivienda, como A Coruña, esta se encargue de la gestión de estos nuevos pisos.

La gestora de activos también tiene suelos en la ciudad, tanto en Visma, que están en pleno desarrollo, como en el parque de Oza, del que dispone de un 5%.

Aunque el Ministerio de Vivienda anunció este plan de cesiones de la Sareb al Sepes —se han identificado 40.000 viviendas y cerca de 2.400 suelos susceptibles de traspaso a nivel estatal—, también prevé hacer lo mismo con otras entidades estatales.

En A Coruña, el Ministerio de Defensa tiene una parcela en A Maestranza, la más cercana a la Hípica. Vivienda anunció en 2023 para este terreno la construcción de 77 pisos, pero no hubo más avances. De todos modos, esta parcela se incluiría en los planes a medio-largo plazo del plan estatal de alquiler asequible ya que el desarrollo urbanístico de la zona sería lento al ser una parcela en la que se hallaron restos arqueológicos y requerir un estudio de detalle previo a la licencia. El ADIF también tiene terrenos en Xuxán, un barrio en el que en los últimos años se han puesto en marcha varios edificios de alquiler social.

La ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, señaló que esta actuación «tiene un claro componente de determinación política y de distintas formas de actuar ante una crisis, que es la de salvar a los bancos o bien salvar a las familias. Y nuestro modelo es lo público; es salvar a las familias».

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