El BNG apoya los cambios en la tasa de basuras y el PP critica la subida

La subida de la tasa de basuras progresiva hasta 2029 para adaptarse a la normativa europea se votará hoy en el Pleno. El Partido Popular ha mostrado su firme desacuerdo con la medida, criticando a Inés Rey por «subir más del doble el recibo», mientras que el BNG ha reivindicado su papel en las negociaciones con el Gobierno local.

La actualización del gravamen supone que lo que paguen los hogares de la ciudad prácticamente se duplique en cuatro años. La factura tendrá tres conceptos, una parte fija y dos variables, una que se calculará teniendo en cuenta el consumo de agua de la vivienda, porque es un indicador que permite saber cuántas personas viven y aproximar su nivel de renta, y otra relacionada con el barrio en el que está la vivienda y los medios que tienen que utilizar los operarios para recoger sus desperdicios.

Las personas beneficiarias de la Renda de Inserción Social de Galicia (Risga) tendrán derecho a una tarifa cero en la recogida, así como todas aquellas familias que perciban un subsidio análogo a este. Tendrán también derecho a la reducción del recibo de la basura las familias numerosas y las monoparentales y aquellas con ingresos muy bajos.

Los nacionalistas defendieron su voto a favor de la medida asegurando que la fórmula variable con criterios de progresividad gravará más a aquellas empresas que generen más residuos. También reivindican el «periodo de adaptación» hasta el 2029 para así «aliviar el impacto que la actualización tendrá entre los vecinos» además de la tarifa reducida para personas en riesgo de exclusión social.

Por su parte, los populares señalan que «no es el momento» de subirle impuestos a los coruñeses teniendo en cuenta el coste actual de la cesta de la vida. «Todo lo que rodea a la basura en el ayuntamiento no funciona como debe», dice. El PP explica su voto en contra criticando que la alcaldesa Inés Rey lleve a cabo este aumento tras la condonación de la deuda de la concesionaria de Nostián o el rechazo a fondos europeos para modernizar la planta de tratamiento de residuos.