La hostelería pone un pie en O Parrote tras diez años de intentos frustrados
La Cámara de Comercio estrenó este año un local, el Náutico ha realizado obras para reabrir el Nemo y el edificio junto a la plataforma de baño tendrá un ambigú | Las arcadas siguen desocupados y se cancelaron dos edificios de la Marina

Recreación del proyecto para construir dos locales en la explanada de la Marina. / La Opinión
Ya se ha cumplido una década desde la apertura del primer tramo de la remodelación de la Marina y O Parrote, pero aunque la obra consolidó esta parte de la fachada al mar como una de las zonas de paseo favorito de los coruñeses, sigue sin despegar una de las promesas del proyecto: convertirlo en una zona de hostelería con vistas al océano. Quedaron sin construir edificios previstos en la Marina, las arcadas de O Parrote permanecen vacías y, en 2022, cerró el Nemo, el local construido entre los pantalanes próximos a la estatua de la Virgen del Carmen. Pero, tras una década de intentos fallidos, la hostelería está despegando en terrenos del Puerto, con el local de la Cámara de Comercio ya en marcha y con la terraza llena, un ambigú en el futuro edificio situado junto a la plataforma de baño de O Parrote y con el Real Club Náutico en camino de resucitar el Nemo.
De todos ellos, el único local ya en funcionamiento es el de la Cámara de Comercio, que a inicios de año abrió en O Parrote su Club Cámara Noroeste. El inmueble, situado junto a la Solana, tiene una parte dirigida a socios y un local de hostelería abierto al público con terraza que atrae a buena parte de los caminantes que recorren el paseo hacia el castillo de San Antón.

Recreación virtual de la futura plataforma de baño de O Parrote y el edificio adyacente, que incluirá un ambigú. / La Opinión
En el edificio hubo un intento de consolidar un local de hostelería, el Sóou, pero abrió apenas un par de meses en 2020. Y en este terreno, concesión de Copasa, se planteó hace una década crear un restaurante, el Silabario, y llevar allí un pub, el Dux, con otro bar de tapas en las arcadas cercanas. Llegó a haber licencia, pero el proyecto no se concretó.
El proyecto de ambigú estará en un local de estreno. La Xunta está construyendo una plataforma de baño en O Parrote, cumpliendo una promesa realizada hace años, y pagará la construcción de un edificio anexo que acaba de sacar a concurso la Autoridad Portuaria. Será un inmueble rematado en madera y con una sola planta, con un espacio para la custodia de pequeñas embarcaciones, almacén, vestuarios, aseos y «un ambigú con una terraza orientada al mar», que se prevé tener abierto para el próximo verano.
Fuentes del Puerto indican que aún no está definido cómo se gestionará, pero, de acuerdo con los pliegos del concurso para construirlo (con un presupuesto de 457.000 euros y un plazo de seis meses), el local será de escasas dimensiones, con unos accesos con espacio para siete personas y otras tres en barra. La zona de estar será más amplia, con sitio para unos 30 usuarios, pero es posible que el local solo funcione como chiringuito de verano.

La terraza del establecimiento abierto al público de Club Cámara Noroeste, que se estrenó este año. / CARLOS PARDELLAS
En cuanto al Nemo, aunque el terreno es del Puerto la concesión es del Real Club Náutico, que lo arrendó a un hostelero durante varios años. El contrato acabó en 2022 y el local de hostelería, que debía realizar adaptaciones y obtener una licencia actualizada para reabrir, permaneció cerrado durante años, aunque la parte dedicada a servir de oficina para barcos que recalen en el Puerto siguió abierta. El Ayuntamiento dio este mayo un permiso al Real Club Náutico para legalizar la situación del edificio y, según fuentes de la entidad, ya se han acometido obras para «adecuar la instalación, modernizarla» y adaptarla a la normativa, si bien no ha trascendido si hay fecha de apertura.
Tampoco se conoce plan para las arcadas bajo O Parrote, a las que se accede a través de los arcos del muro que sube hacia A Maestranza. En 2014, el Puerto concedió dos locales a uniones temporales de empresas, con la idea de negocios que combinasen la hostelería con un uso museístico y exhibiesen los restos de la muralla medieval de la ciudad. Se pidió permiso a la Dirección Xeral de Patrimonio para poder realizar reformas en los espacios. Nunca llegó a abrir ninguno, y los locales sufrieron inundaciones y desperfectos. Este diario no ha podido obtener información acerca de si hay planes para resucitar los inmuebles.
Y a finales de este año se cumplirá una década de la fecha prometida para abrir nuevos locales de hostelería en la explanada de la Marina, junto a la zona de juegos infantiles, en edificios que no se llegaron a construir y nunca lo harán. El proyecto era levantar dos inmuebles de 191 y 158 metros cuadrados, y el Puerto abrió un concurso para asignarlos en marzo de 2015 al que se presentaron cinco empresas. La Autoridad Portuaria contaba conque cada local tuviese un volumen de negocio de entre 200.000 y 500.000 euros anuales, e ingresar al menos 8.500 euros al año por ambos.
Pero en 2016, con la reurbanización de la Marina ya realizada, el Concello declaró que estos locales no eran compatibles con la normativa, y que en ese espacio solo se pían construir edificaciones menores o desmontables, como quioscos o pérgolas. El Puerto anuló el concurso, y el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia lo condenó a pagar 8.000 euros a una empresa participante que había pedido reclamó una indemnización por el coste del proyecto que redactó y daños morales
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