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La estrategia de la investigada por el crimen de Monelos: engañar a ancianas y asaltarlas en casa

Remedios Sánchez, de la que la Policía cree que podría ser la autora de la muerte de una mujer de 91 años en A Coruña, atacó a otras ocho en pocas semanas en 2006, cuando vivía en Barcelona, y acabó con la vida de tres de ellas

Remedios Sánchez, durante el juicio que la condenó en 2008. |  Guillermo Moliner

Remedios Sánchez, durante el juicio que la condenó en 2008. | Guillermo Moliner

A Coruña

La Policía Nacional investiga si Remedios Sánchez, condenada en 2008 por matar a tres mujeres mayores en Cataluña, asaltar a otras cinco y hurtar dinero en la vivienda de una novena, fue la responsable de la muerte de una nonagenaria en la avenida de Monelos a principios de mes. La mujer, que cumple condena en la cárcel de Teixeiro pero que habría podido cometer el crimen durante un permiso, siguió la misma táctica durante la mayoría de sus nueve delitos: engañar a una anciana para que esta le permitiese acceder a su domicilio con diversas excusas, desde que traía un paquete a que necesitaba una tirita. Y, cuando estaban a solas, asaltarla con brutalidad, aprovechándose de su superioridad física, para apoderarse de dinero y joyas.

La mujer, que fue condenada a 144 años y siete meses de cárcel y a la que ahora se investiga por homicidio y robo en Monelos, cometió los ocho delitos violentos en un periodo corto, entre el 10 de junio y el 3 de julio de 2006, cuando vivía en Barcelona. Y, en su primer asalto, ya asesinó a su víctima. Según consideró probada la Audiencia Provincial de Barcelona en la sentencia que la condenó, la mujer asesinada, de 83 años, le permitió a Sánchez entrar en su domicilio porque la había conocido en casa de una amiga. Una vez dentro de la casa, la asesina, más joven y fuerte, la atacó con un cuchillo. La anciana trató de defenderse pero Sánchez, valiéndose de su superioridad física, la acabó asfixiando. Luego se llevó dinero y joyas de la casa.

Ocho días más tarde, Sánchez volvió a asaltar a otra mujer de 80 años. Entró tras ella en el portal, y entabló conversación preguntándole por un vecino con el que, según le contó, tenía una relación. Tras ganarse su confianza, le pidió entrar en su casa para coger una tirita para una quemadura, y, una vez en el domicilio, atacó a su víctima , dándole golpes y patadas, además de agarrarla por el cuello hasta que perdió el sentido. Le robó joyas y unas tarjetas de transporte y huyó.

En su siguiente crimen, el 21 de junio, la procesada entró en otro inmueble tras una anciana de 87 años y subió con ella en el ascensor, pero esta vez entró por la fuerza. Cuando la anciana metió la llave en la cerradura, Sánchez la agarró de los pelos y la metió en la casa. La golpeó y se detuvo para usar una pomada que tenía la anciana en su baño en la quemadura que aún tenía. Luego siguió la paliza «con brutalidad» y asfixió a la anciana hasta que perdió el sentido, llevándose objetos como monedas antiguas.

Tres días después, Sánchez volvió a emplear el engaño, y se hizo pasar por la vecina de una mujer de 81 años, contándole que había un escape de gas. La mujer la dejó pasar y usar el baño, algo que aprovechó la condenada para coger una toalla y estrangular a la mujer hasta dejarla inconsciente y robarle.

Los asaltos no siempre le salieron bien. Al día siguiente, cuando otra mujer de 70 años le abrió la puerta a Sánchez para darle un poco de agua, la delincuente intentó estrangularla con un trapo, pero en esta ocasión el marido de la víctima estaba presente y golpeó a la criminal, que escapó. Durante el juicio también se la acusó de haber intentado entrar en la vivienda de una mujer de 83 años, y, en una ocasión, llegar a forcejear por ella, pero no se consideró probado que fuese Sánchez, por lo que salió absuelta.

Dos muertes en tres días

A finales del mes de junio de 2006, la investigada por el crimen de Monelos volvió a matar. Una mujer de 96 años le permitió entrar en su domicilio y Sánchez la golpeó y asfixió hasta acabar con su vida. Se llevó dinero y joyas de la víctima, como unos pendientes, y, después de los hechos, se dirigió a un bingo cercano al lugar del crimen. Su siguiente víctima, a la que asaltó el 1 de julio, fue una anciana de 76 años con problemas de movilidad que le permitió entrar en su domicilio por motivos que se desconocen. La asesina la estranguló hasta la muerte con unas telas y se llevó joyas y documentos bancarios de su víctima. Poco después del crimen, Sánchez usó una tarjeta de crédito en una oficina bancaria cercana al domicilio de su víctima.

El último crimen violento lo cometió el 3 de julio, y la víctima fue una mujer de 85 años. Sánchez llamó a su puerta afirmando que traía un paquete para una vecina que realmente existía. Confiada, la mujer le abrió paso y le dejó usar el baño. Sánchez la atacó y estranguló con un trapo de cocina hasta que perdió el sentido, y robó dinero y joyas. De nuevo, se fue al bingo.

En una fecha que no se determinó, una mujer de 74 años dejó entrar en su casa a Sánchez para curarle la quemadura que le había servido de excusa en otro asalto. En este caso, la criminal no atacó a su víctima, pero, cuando esta se ausentó para guardar la pomada con la que le había hecho la cura, le robó un monedero con cinco euros y la tarjeta de una asociación.

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