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El juicio contra el lotero acusado de quedarse la Primitiva millonaria en A Coruña ya tiene fecha

La Fiscalía solicita seis años de cárcel por estafa o apropiación indebida | También pide prisión para su hermano, delegado de Loterías, por supuestamente ayudarle en el proceso

El lotero Manuel Reija

El lotero Manuel Reija / Casteleiro

A Coruña

El juicio contra el lotero acusado de quedarse con la Primitiva millonaria perdida en A Coruña en julio de 2012 arrancará el 13 de abril de 2026 y durará seis días. En el proceso también está acusado su hermano, entonces delegado de Loterías, por supuestamente ayudarle en el proceso.

La Fiscalía pide para Manuel Reija, lotero de San Agustín, seis años de prisión por apropiarse del boleto de la Primitiva premiado con 4,7 millones en el sorteo del 30 de junio de 2012 cuando su legítimo dueño acudió a comprobarlo a su despacho. El Ministerio Público le acusa de un delito de estafa o, de forma alternativa, de uno de apropiación indebida. Durante este tiempo, el lotero ha defendido su inocencia y ha asegurado, tanto a la policía como en el juzgado y en la prensa, que se encontró el boleto abandonado en su establecimiento, aunque cambió su versión inicial.

La Fiscalía también dirige su acusación contra el hermano del lotero, Miguel Reija, que era delegado de Loterías y Apuestas del Estado en la provincia de A Coruña, al que imputa un delito de blanqueo de capitales, por el que solicita seis años de prisión, o, alternativamente, de encubrimiento, con tres años de cárcel. En caso de que el tribunal considere que incurrió en un delito de blanqueo, pide que se le imponga una multa de 9,4 millones, el doble del valor del premio. En su declaración, Reija explicó que hizo lo correcto, avisar a sus superiores y no a la policía, y que no comunicó que el que había encontrado el boleto era su hermano porque “si se decía donde se había sellado y encontrado podría ser peligroso”.

El juicio comenzará el 13 de abril y está previsto que las sesiones continúen hasta el día 22 de este mismo mes. La Fiscalía también reclama en su escrito que se entregue el boleto premiado a los herederos del hombre, fallecido en 2014, al que la Policía Nacional identificó como legítimo propietario. La familia ha contratado al abogado de sólida trayectoria Christian Díaz Delgado, que junto a su compañera Beatriz Seijo Méndez ejercerá la acusación particular.

En caso de que la familia no pueda cobrar el premio, el Ministerio Público pide que sean los dos acusados quienes le abonen los 4,72 millones. En cualquiera de los dos casos, solicita que sean el lotero y su hermano los que paguen "conjunta y solidariamente" los intereses aplicables desde el día del sorteo, hace ahora 13 años. El boleto permanece depositado en la Sociedad Estatal de Loterías y Apuestas del Estado.

Además de las penas de cárcel, la Fiscalía pide que el lotero -continúa con su despacho en San Agustín- sea inhabilitado para el ejercicio de cualquier profesión relacionada con las Loterías y Apuestas del Estado durante el tiempo de la condena y a que abone una multa de 20 euros diarios durante doce meses, unos 7.300 euros. Para su hermano, solicita una inhabilitación profesional similar.

El lotero Manuel Reija será defendido por Garrigues, mientras que su hermano, Miguel, contará con Cuatrecasas en este juicio.

Un boleto comprobado hasta cuatro veces

La investigación realizada por la Policía Nacional que desembocó en la identificación del legítimo apostante, y en la que apoya su escrito de acusación la Fiscalía, el apostante, ya fallecido, selló su boleto el 26 de junio de 2012 en el despacho de loterías del centro comercial Carrefour de Alfonso Molina, junto a otro más de la Primitiva y dos de El Gordo. En el sorteo, celebrado cuatro días después, su boleto resultó premiado en primera categoría con 4,72 millones de euros.

Unos días después, el 2 de julio, el hombre acudió a las 11.25 horas a la administración de loterías de San Agustín, para comprobar sus apuestas. Al pasarlas el lotero por la terminal, a las 11.25 horas y 39 segundos, "apareció en la pantalla el siguiente mensaje literal: 'Premio Superior. Llevar resguardo a delegación", según el escrito de acusación. Inmediamente la máquina imprimió un comprobante en el que "expresamente se recoge la obligación de devolución: 'Entregar al cliente. El resguardo es ganador de sorteo. 30 jun 12. 1 premio(s) de cat 1". Sin embargo, Reija solo le abonó un premio menor de 3 euros por otro boleto.

La máquina muestra que, minutos después de la presentación a cobro de estos cuatro boletos, el lotero los volvió a comprobar para encontrar la Primitiva premiada, que pasó de nuevo por la máquina una tercera y última vez. "Concretamente volvió a introducir el boleto agraciado dos veces en el terminal, a las 11.39.32 y a las 11.39.39 horas", según la Fiscalía.

Ese mismo día, el lotero acudió a la delegación provincial de Loterías en A Coruña, dirigida por su hermano, "con el boleto en su poder" y "con la finalidad de acelerar los trámites del cobro del resguardo prescindiendo de cualquier procedimiento reglado y como si fuese legítimo poseedor". Según el escrito, el delegado de Loterías "comprobó el importe exacto del boleto a través del terminal de la delegación".

Al día siguiente, 3 de julio, el lotero entregó el boleto premiado a su hermano, que rubricó un escrito en el que comunicaba que lo había encontrado. Según el Ministerio Público, el delegado de Loterías, "aprovechando el trato cercano y amistoso que tenía por razón de su cargo con miembros de la Selae, se puso en contacto con algunos de ellos, manifestando mendazmente que su hermano había encontrado el billete e intentando acelerar al máximo los trámites indispensables" para que pudiese cobrarlo.

La Fiscalía cita cinco solicitudes del delegado dirigidas a Lotería para que su hermano cobrara los 4,72 millones del boleto premiado, una incluso después de que la asesoría jurídica de Loterías le advirtiera de que el procedimiento que se debía seguir era el de abrir "expediente de hallazgo" para encontrar al propietario.

Fue en diciembre de 2018 cuando un hombre, ya fallecido, presentó una denuncia, pues defendía que era el legítimo propietario del boleto, aunque no es el identificado por la Policía. La investigación se inició entonces para esclarecer de quién es la Primitiva millonaria, a la que salieron unos doscientos “pretendientes” desde que se comunicó el hallazgo.

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