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'El enterrador', la obra de teatro que es «un bofetón emocional», en A Coruña

Pepe Zapata lleva este sábado al Teatro Rosalía de Castro ‘El enterrador’, un monólogo inmersivo que rescata la historia de Leoncio Badía, el sepulturero de Paterna que dignificó a las víctimas del franquismo. «Hay un gran desconocimiento sobre lo que pasó, y a veces también ganas de no saberlo», explica el actor

Pepe Zapata, caracterizado como el enterrador. |  Cedida

Pepe Zapata, caracterizado como el enterrador. | Cedida

A Coruña

La historia de Leoncio Badía podría haber quedado sepultada bajo la tierra del olvido, como tantas otras de la posguerra española. Pero el actor Pepe Zapata y el director Gérard Vázquez decidieron rescatarla y llevarla a escena en El enterrador, un monólogo que convierte al público en parte de esa memoria silenciada. Este sábado, 18 de octubre, el Teatro Rosalía de Castro acogerá dos funciones de la obra (19.00 y 20.30 horas) que promete remover conciencias y «rendir homenaje» a quienes nunca dejaron de luchar.

Zapata recuerda cómo conoció la historia por casualidad, durante una investigación sobre la memoria histórica. «España está llena de silencios y olvidos. Durante muchos años, quienes sufrieron la represión no pudieron hablar por miedo», explica. En medio de ese silencio apareció el relato del enterrador de Paterna, un hombre que se vio obligado a trabajar en el cementerio donde cada noche llegaban fusilados. «En cuatro años y medio enterró a 2.238 personas. Lo impresionante es que, a pesar de todo, se empeñó en devolver su humanidad. Los limpiaba, los ordenaba y guardaba mechones de pelo, botones o papeles con sus nombres dentro de botellas de cristal, para que sus familias pudieran reconocerlos algún día», relata. Aquella historia, añade, «iba más allá del horror». En torno al enterrador se formó una red secreta de mujeres —madres, hermanas, esposas— que acudían de noche al cementerio para saber dónde estaban los suyos. «Era una forma de resistencia y de amor. Esa humanidad fue lo que nos conmovió y lo que intentamos transmitir en el espectáculo».

El enterrador es una experiencia inmersiva. El público no se limita a observar. Se adentra en el cementerio junto al protagonista. «Es un espectáculo muy próximo y participativo. No quiero hacer spoilers, pero los espectadores se convierten en parte de la historia. No solo ven al enterrador, sino que lo acompañan», adelanta Zapata. Poder representar El enterrador en el Teatro Rosalía de Castro, confiesa, es «un privilegio y una responsabilidad». «Es un espacio lleno de historia y hemos jugado con sus rincones para que el público viva algo diferente. Queremos que sienta lo que vivían esas familias cuando buscaban desesperadamente a sus seres queridos».

Para Zapata, la esencia de la obra es que los jóvenes reconozcan la historia. «Invito especialmente a la gente joven a venir. Muchos están acostumbrados a conocer la realidad solo a través de una pantalla, pero enfrentarse cara a cara con un testimonio así es un bofetón emocional. Saber lo que ocurrió en nuestros pueblos y familias es fundamental para entender quiénes somos», explica el actor que a cuenta con las entradas casi agotadas para sus pases en A Coruña.

El montaje nació con una intención clara, «dignificar a las víctimas y despertar la conciencia colectiva». «Hay un gran desconocimiento sobre lo que pasó, y a veces también ganas de no saberlo», afirma el actor, que insiste en que el espectáculo que «no busca culpables, sino comprensión».

Tras recorrer España, incluso el Atlántico —con una función especial en Chile, en el aniversario del golpe de Pinochet—, Zapata no se cansa de interpretarla. «Cada función es distinta. Cada noche es un homenaje nuevo. No me agota, me llena», asegura. «Mientras haya alguien dispuesto a escuchar, El enterrador seguirá vivo. Porque recordar no es mirar atrás, es evitar que se repita».

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