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Fernando Gallego lanza nueva colección: joyas inspiradas en Japón

Son joyas creadas en Galicia siguiendo la filosofía japonesa Wabi-Sabi

Joyas de Fernando Gallego

Joyas de Fernando Gallego / LOC

B. C.

A Coruña

Si algo caracteriza las joyas de Fernando Gallego es la singularidad, el que cada pieza sea única y precisamente ese concepto es el que vertebra su nueva colección, inspirada en la filosofía japonesa Wabi-Sabi. Wabi en japonés significa belleza tranquila, natural y discreta, mientras que Sabi se refiere a aquello que es bello por el paso del tiempo. Es decir, es una estética que nace de la simplicidad, pero también de la imperfección y de la sutileza.

Siguiendo estos preceptos, elabora las piezas de esta colección dejando que el oro fundido adopte la forma que el propio metal quiera tomar. Así se consigue que la joya adquiera Fukinsei (asimetría e irregularidades), para luego someterla a una larga serie de procesos manuales y texturizaciones y llegar a lo que ellos llaman Shizen, una elegancia sin pretensiones. El resultado son joyas que son bellas precisamente porque no son perfectas, sino porque tienen la belleza de aquello que tiene cicatrices, de aquello que ha vivido.

Colgante de la nueva colección

Colgante de la nueva colección / LOC

No solo se trata de que no haya dos piezas iguales, sino de dotar de un "alma" a cada una. Como diseñador y artesano, esto es lo que más motiva a Fernando Gallego: cada persona es única y su joya debe serlo también.

Cada persona es única y su joya debe serlo también. Se busca a propósito que sean imperfectas y conseguir que nunca haya dos joyas iguales

Sus anteriores colecciones inspiradas en la arquitectura, en la pintura o en la literatura, han sido expuestas en museos, han sido lucidas por celebridades y se han hecho un hueco en el mercado internacional: desde Serra de Outes, este joyero gallego envía sus piezas a clientes de Estados Unidos, Alemania o Dubai.

Nueva joya

Nueva joya / LOC

Ahora, este acercamiento a la cultura japonesa, que está teniendo una gran acogida entre sus seguidores y clientes, propone un enfoque diferente: el de crear joyas que sean como haikus, esos pequeños y sencillos poemas japoneses que desde su simplicidad, nos remueven algo, como este de Kobayashi Issa (1763-1827):

Al Fuji subes

despacio, pero subes,

caracolito.

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