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La Xunta declara los murales de Lugrís en Olmos Bien de Interés Cultural

La declaración otorga la máxima protección a las doce obras pintadas en el antiguo restaurante Fornos. El conjunto mural representa los temas más reconocibles del pintor

Murales de Urbano Lugrís en el antiguo restaurante Fornos

Murales de Urbano Lugrís en el antiguo restaurante Fornos / CEDIDAS

La Xunta ha aprobado la declaración como Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de monumento, de los murales que Urbano Lugrís pintó en el antiguo restaurante Fornos, en la calle Olmos de A Coruña. La decisión, adoptada este lunes por el Consello de la Xunta celebrado en Celanova (Ourense), otorga a las doce piezas la máxima protección patrimonial por su «alta calidad artística» y por tratarse de un conjunto «único» dentro de la obra del pintor coruñés.

Así lo explicó este lunes el presidente gallego, Alfonso Rueda, en su comparecencia posterior al Consello, en la que subrayó que en esta obra «la pintura y la arquitectura forman parte de un todo» y que se trata «del único mural de estas características que se conserva de Lugrís». La declaración será oficial tras su publicación en el Diario Oficial de Galicia, trámite previsto para los próximos días, y elevará a 792 el número de bienes de interés cultural existentes en la comunidad.

El expediente de declaración resalta que el conjunto mural, compuesto por doce obras del pintor de diferentes dimensiones y estados de conservación, refleja algunos de los temas más reconocibles del universo lugrisiano: paisajes marinos, escenas de fondos oceánicos, sirenas, galeones y panorámicas de la ciudad, entre ellas la Torre de Hércules o el Castillo de Santo Antón. La Xunta destaca que las pinturas, concebidas por Lugrís en la década de 1940 para decorar el popular restaurante Fornos, constituyen un testimonio esencial de su estilo y de la evolución de su imaginario simbólico vinculado al mar.

La protección definitiva de los murales llega tras varios meses de trabajo conjunto entre Xunta, Ayuntamiento y Diputación para garantizar su conservación y musealización in situ. En abril, el Parlamento gallego aprobó por unanimidad una proposición no de ley que instaba a ambas administraciones a buscar una solución que evitase su traslado. Desde entonces, la Consellería de Cultura ha invertido unos 90.000 euros en la adquisición y en los estudios técnicos sobre su estado, y ha avanzado que la opción elegida —avalada también por el Ayuntamiento— es la de mantenerlos en su emplazamiento original.

El conselleiro de Cultura, José López Campos, detalló recientemente que rehabilitar los frescos y acondicionar el local requerirá una inversión próxima al medio millón de euros (150.000 euros para «mantener el policromado de las obras» y entre 380.000 y 400.000 para acondicionar el espacio, de unos 200 metros cuadrados), además de un acuerdo con los propietarios del inmueble para adquirir el bajo. «Ahora lo que quedamos es en solicitar una peritación a nivel técnico tanto de la Xunta como a nivel externo a una empresa que haga una tasación del inmueble», explicó el conselleiro. La peritación proporcionará un precio del inmueble que llevará a las tres administraciones a decantarse por una de las opciones.

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