Las tiendas de segunda mano en A Coruña: clientela cada vez más joven y sin fronteras por las redes sociales
Hay desde prendas 'vintage' por un euro en el Mercadillo de Monte Alto hasta piezas que son historia de la moda

Cristina Gosén, en su tienda Mercadillo de Monte Alto. / CASTELEIRO
Cuando Cristina Elizabeth Gosén montó en 2009 una tienda de venta de libros y ropa de segunda mano en Labañou no tenía en la ciudad ningún espejo en el que mirarse. «Llevo años con esta lucha», resume Cristina, que ahora regenta el negocio Mercadillo de Monte Alto, en el número 10 de la calle Cuento. Su negocio va «de casa a casa», es decir, ella no compra a proveedores ni va a mercados especializados para encontrar bolsos de colección ni vestidos de pasarela, a ella le donan el producto y ella lo revende «muy baratito», físicamente en Monte Alto o a través de internet, para que tenga una segunda vida, así que, dependiendo del día puede tener camisetas por un euro, un bolso de piel por quince o una lavadora por 50.
"Yo no miro marcas, yo lo que quiero es que las cosas se reutilicen"
En el lado opuesto está Fran Gómez, que abrió su primer local hace diez años en Orzán 76, pero que, desde hace dos semanas, está con su tienda, Orzán, en el número 2 de la calle Cordelería. Él apuesta por la calidad y por las piezas especiales. «Yo no compro por kilo a proveedores, yo escojo prenda a prenda y, después, las paso por mi taller [las lava, plancha y las retoca para ofrecerles un buen acabado]. Cada una tiene que estar perfecta y tiene que tener una calidad especial, diseño... tengo mucha pieza de marcas de lujo, tengo muestrarios...», explica Gómez, que asegura que, por su puerta, entran tanto hombres como mujeres desde los catorce a los setenta años en busca de esa pieza que destaque en su armario, así que, hay vaqueros que se pueden comprar por veinte o treinta euros hasta vestidos o chaquetas de un valor que prefiere no revelar, pero que son testigos de la historia de la moda. En sus perchas hay prendas que fueron confeccionadas en los años 30 pero también otras de los 2000 que fascinan, sobre todo, a las más jóvenes. «Hay chicas a las que le cambia la cara al probarse un vaquero bien cortado, un Chipie o un Diesel de los 2000», reconoce Fran Gómez, que confiesa que, cada día, va poniendo nuevas prendas en sus perchas y que lo hace gracias a «muchas horas» de trabajo y de «muchos contactos» para rescatar del olvido ropa que busca otra oportunidad.

Fran Gómez, en su tienda Orzán / CASTELEIRO
Gómez no vende a través de internet ni se promociona en redes sociales y lo hace convencido de que este tipo de mercancía hay que verla y probarla para saber si, efectivamente, es lo que se busca y lo que se desea porque nada tiene que ver una talla 38 europea con una americana y porque quiere que el cliente sepa realmente lo que se lleva a casa, sin sorpresas.
"Yo no compro por kilo a proveedores, yo escojo prenda a prenda "
María Fernández Vallejo fundó Vintage & Coffee hace catorce años y reivindica el concepto de vintage de su tienda sobre los negocios de venta de productos de segunda mano en los que se puede comprar por kilo o en los que no se investiga si una prenda es original o falsificada. Para María, sus clientes tienen ya incorporada en su rutina la compra consciente y hacen una apuesta por productos de calidad frente a la moda de consumo rápido. «Entienden que hay otra manera de comprar más sostenible y mucho más original», explica Fernández, que defiende la calidad de las prendas antiguas (tienen piezas de los años 70) frente a la de las actuales porque «no se ahorraba tanto» ni en las telas, ni en los hilos, ni en los patrones y eso redunda en un mejor acabado y en una mayor durabilidad de la prenda. Las escaleras de su tienda, en el número 4 de Juana de Vega, las bajan chicas «jovencitas» y mujeres de más de setenta, pero también hombres que buscan piezas que completen su armario y que les aporten un toque diferente.

Pablo Pose y María Fernández Vallejo, de Vintage and Coffee, en la tienda / CASTELEIRO
A través de sus redes sociales y de su página web han conseguido ampliar no solo compradores en otras ciudades, a los que les envían las piezas que les piden, sino también que hay personas que viajan a A Coruña y hacen una parada en la tienda para conocerla físicamente. «Hay gente de fuera de España que busca comercio local y alternativo, cada día tenemos una o dos visitas de este tipo, incluso más», explica María, que asegura que tiene clientas que no han dejado de comprar desde que abrieron en 2011. En su caso, las piezas que ponen en sus perchas proceden de proveedores especializados en vintage y, «como cada vez hay menos» piezas de este tipo, los precios se incrementan.
"Hai xente de fóra de España que busca comercio local e alternativo, cada día temos unha visita ou dúas deste tipo, incluso máis"
Encontrar un tesoro en una tienda de ropa de segunda mano es a lo que muchos compradores aspiran, más allá de que sea lo que estaban buscando o no. Hay horas y horas de contenido en redes sociales sobre este tema y, aunque hay que saber bastante de moda para no cometer errores, dice Cristina que eso puede pasar en su mercadillo porque ella no se para a poner precios diferentes a las piezas que se lleva de una casa que le han encargado que vacíe. «Yo no miro marcas, yo lo que quiero es que las cosas se reutilicen, el otro día una influencer se llevó una chaqueta de Burberry por cinco euros, hay bolsos de piel, gafas que pueden ser originales y las tengo por 20 o 30 euros», explica Cristina, que tiene a la venta también muebles y electrodomésticos que, sobre todo, se llevan estudiantes o personas recién llegadas a la ciudad y que necesitan una mínima inversión para empezar su vida en A Coruña. Desde que abrió su primer negocio en Labañou, Cristina ha detectado no solo un incremento de los clientes —muchos le llegan ahora por internet— sino también un descenso en la edad de los compradores, que empiezan antes a apostar por la segunda mano.
Para entonces, tenía que hacer otros trabajos para poder complementar lo que ganaba en la tienda, ahora también, pero menos, y confía en que la concienciación y la apuesta por la reutilización siga en aumento y le abra las puertas a más clientes, todavía reacios a este mercado a día de hoy.
Suscríbete para seguir leyendo
- Abre al público el primer local comercial del barrio de Xuxán en A Coruña
- Arranca en A Coruña tras once años de espera la obra del nuevo mercado y centro de salud de Santa Lucía
- Luz roja del Ayuntamiento de A Coruña al proyecto de 100 viviendas entre A Maestranza y Metrosidero
- La Xunta ordena suspender el cambio que dio más usos a Espacio Coruña
- Cocinas de A Coruña que brillan en pocos metros cuadrados: 'El truco está en la organización y la comunicación constante
- A Coruña antes de Marineda City: cuando la ciudad inauguró su primer, y polémico, centro comercial del siglo
- El Supremo hace pagar al Concello de A Coruña por prorrogar una concesión sin límites
- Tres desayunos para dar la vuelta al mundo sin salir de A Coruña: 'En Perú desayunamos fuerte porque trabajamos mucho