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Crear comunidad y aprender a reparar

El taller colaborativo Repair Café reúne cada mes a vecinos interesados en arreglar objetos, desde ordenadores a cafeteras. No hay un profesor que instruye a los demás, sino que cada participante comparte sus conocimientos y se busca crear una comunidad en la que cada uno «aprenda y enseñe a otros»

Taller de reparación de electrodomésticos en la Domus. | Carlos Pardellas

Taller de reparación de electrodomésticos en la Domus. | Carlos Pardellas

A Coruña

En un mundo en el que los electrodomésticos tienen tiempos de vida más cortos, y en el que la obsolescencia programada parece a veces ganar la batalla, un grupo de vecinos se reúnen una vez al mes para combatir la tiranía del usar y tirar. La iniciativa Repair Café lleva unos dos años organizando talleres colaborativos en A Coruña en los que los participantes se enseñan unos a otros a reparar electrodomésticos, y, como explican Jorge Lamas y Sergio Alvariño, que impulsaron la propuesta en la ciudad, ya han «tenido de todo», desde cafeteras y aspiradoras a ordenadores, consolas o juguetes electrónicos.

Participar es libre y gratuito, aunque es preferible consultar la web bancoreciclaxeelectronica.fala.gal, en la que se informa de las sesiones, y apuntarse a través de ella. Cada Repair Café empieza con una «charla relámpago» en la que se presenta alguna aplicación o tecnología, siempre libre, y un taller algo más extenso sobre «alguna materia que nos interese», como la reparación de pantallas de ordenador. Luego, «empieza la sesión de repair propiamente dicha», en la que los participantes presentan los aparatos que han llevado y cuáles son sus problemas.

La idea es «enseñar a la gente la filosofía de reparar cosas», indican los organizadores de la iniciativa, así que «no se viene aquí a que se las arreglen» sino a aprender a hacerlo. En el taller se comparten herramientas, los problemas se discuten y «el que sabe de un tema ayuda al que lo necesite». Todos ponen sus conocimientos a disposición de los demás, y uno de los principios del Repair Café es «intentar hacer comunidad», para que los participantes repitan y «sigan aprendiendo y ayudando a otros».

La iniciativa se suele hacer todos los meses, con pausas en verano y en Navidad y el perfil de participantes es «muy variado», con gente joven, de mediana edad y «mayores de 60 años». El número varía mucho por la sesión, pero suele haber unos ocho. «La mayoría de las sesiones las hemos hecho en la Domus», explican sus promotores, como la que se celebró este viernes, pero «este año estamos intentando ir a otros sitios para que se conozca más esto».

El Repair Café coruñés es parte de un movimiento internacional que nació hace década y media y es «muy fuerte» en naciones como Inglaterra, Francia o Países Bajos. En A Coruña emergió de manos de participantes en otras iniciativas con filosofía parecida, como el Banco de Reciclaje del grupo Enxeñería sen Fronteiras, que repara ordenadores para luego donarlos, y BricoLabs, que reúne cada semana a personas que colaboran en la construcción de aparatos.

Quizás por eso, en las primeras sesiones «nos centramos más en equipos electrónicos», recuerdan los promotores del taller colaborativo coruñés, pero «poco a poco fueron llegando pequeños electrodomésticos». Después de dos años, la horquilla de aparatos que han pasado por los talleres colaborativos «es muy amplia» y solo se limita a «lo que puedas traer», pues hay electrodomésticos demasiado voluminosos para que sea práctico trabajar con ellos en el Repair Café. Pero Lamas y Alvariño explican que la idea es ampliar la iniciativa a otros objetos, como las reparaciones de ropa, aunque «no hemos llegado todavía».

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