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Dos negocios históricos de A Coruña «cruzan los dedos» por el fin de la foto del DNI: "Llevamos más de un siglo haciendo esto"

La nueva medida de renovación de documentos en la Jefatura de la Marina, que permite tomar la fotografía en la comisaría, pone en el aire el futuro de dos de los negocios con mayor tradición en A Coruña.

Santiago Leira, de Foto Paco.

Santiago Leira, de Foto Paco. / Carlos Pardellas

A Coruña

«Si sigue así, desaparecemos», resume Loli Barreiros sobre la situación que están viviendo desde hace seis meses. Los estudios de fotografía Foto Paco y Foto Barreiros, situados frente a la jefatura del 091, afrontan meses inciertos desde que en la comisaría han implementado un DNI exprés, en el que no hay que llevar la tradicional foto carnet para renovar el documento, ya que la máquina es la encargada en hacer la fotografía. Ambos negocios, con décadas de historia, notan una bajada de clientes y temen que el avance tecnológico acabe con una tradición coruñesa.

A las ocho de la mañana, en la avenida do Porto de A Coruña, el cartel de Foto Barreiros ya está encendido. El estudio, abierto desde 1982 y conocido por generaciones enteras de coruñeses, resiste a los cambios con una mezcla de calma y preocupación. Su responsable, Loli Barreiros, reconoce que la posibilidad de hacerse la foto directamente en la comisaría ha afectado, pero menos de lo esperado: «Al principio parecía que iba a ser tremendo, pero de momento no lo es».

La fotógrafa explica que no todos los ciudadanos pueden sacarse la foto allí. «A los bebés no se las hacen. Es una máquina, no un fotógrafo, y no puede borrar el fondo ni asegurarse de que el niño mire al frente, no te dejan repetirla, ni verla. Al final muchos acaban viniendo igual y eso nos está salvando». Esa excepción les permite mantener cierta estabilidad, aunque sin demasiadas certezas. «Por ahora vamos bien. Cruzamos los dedos para que no vaya peor, porque si no desaparecemos», admite con sinceridad.

Una institución en la ciudad

A pocos metros, en el número 10 de la misma avenida, Foto Paco mantiene encendido su pequeño escaparate. Fundado en 1921, el negocio es una institución en la ciudad. Su responsable, Santiago Leira, confirma que la bajada de clientes también se nota: «Sí, hay menos gente y se nota, aunque no una cosa exagerada, no pasamos de 200 fotos a 40».

Leira teme que el descenso se acentúe con el tiempo. «Ahora hay personas que, por si acaso, siguen viniendo, pero seguramente dentro de un tiempo esas también bajen», reconoce. Consciente de que el futuro exige adaptarse, ha empezado a mover sus redes sociales e invertir en publicidad. «Llevamos más de un siglo haciendo fotos de carné, así que cuesta cambiar el chip, pero estamos intentando darnos más a conocer», cuenta. El fotógrafo explica que también ha tenido que subir tarifas para «poder llegar a fin de mes». «Pagamos más luz, más agua, más comisión por las tarjetas… Si no lo haces, no cubres», dice cuando el número de fotos para documentos sigue bajando poco a poco.

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