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¿Qué hacían un Rolls Royce histórico, un BMW 735 o un escarabajo en el Obelisco de A Coruña?

La evolución de la ciudad al mismo tiempo que la de los vehículos de motor fue el eje de la conferencia ofrecida por Ángel Jove, presidente de la Fundación Jorge Jove, dentro de la conmemoración de los cien años del edificio del Banco Pastor

A Coruña

«El automóvil era un símbolo de la modernidad pero lo importante es cómo configuraron las ciudades, para bien o para mal, ya que los coches tuvieron connotaciones negativas y otras positivas, no todo en la vida es siempre bueno o siempre malo», señaló Ángel Jove González, presidente de la Fundación Jorge Jove, que este martes ofreció una conferencia en el Banco Pastor con motivo del centenario de la construcción de su edificio principal en A Coruña.

El Banco Santander, propietario en la actualidad del inmueble, propuso a la fundación hablar sobre la relación entre la historia del automóvil y la ciudad, ya que la entidad gestiona el Museo de la Automoción e Historia de A Coruña, iniciativa que Jove acogió de forma favorable porque considera que «hablar de coches siempre es bueno».

La conferencia en la histórica sede del banco fue acompañada por la presencia en el exterior de una decena de vehículos de la colección del museo. Aunque en un principio iban a ser ejemplares de los años veinte, época en la que se levantó el Banco Pastor, la lluvia obligó a cambiar los planes debido a que son coches descubiertos y fueron sustituidos por una selección de automóviles de diferentes años, como un Rolls Royce similar al que poseyó Pedro Barrié de la Maza, un BMW 735 como el que tuvo la condesa de Fenosa, un Mercedes 300 y otro 230, un Seat 850 Sport, un Ford Fiesta 1.1, el popular escarabajo de Volkswagen y un Seat 600.

Ángel Jove, junto a los coches de la colección propiedad de la Fundación Jorge Jove. |  Carlos Pardellas

Ángel Jove, junto a los coches de la colección propiedad de la Fundación Jorge Jove. / Carlos Pardellas

Jove abordó en su disertación la evolución de la ciudad y de la automoción «y sobre todo lo más importante, cómo afectó tanto socialmente como económicamente la automoción a la configuración de las ciudades». Para ello explicó que favoreció su crecimiento «con todos los hándicaps que tenía, ya que provocó que los ciudadanos no pudieran disfrutar tanto de la calle, ya que la fueron tomando hasta que prácticamente se la apropiaron totalmente».

«Un montón de problemas»

«Inicialmente las ciudades estaban configuradas sobre las distancias a las que nos podíamos mover andando y ahora es en relación al automóvil, que nos da la libertad de poder vivir en un sitio y trabajar en otro, pero también nos trajo un montón de problemas», advirtió Jove, para quien «buscar el equilibrio es lo que les toca a nuestros dirigentes para que la ciudad pueda recuperarse en cierta medida, pero sin perder la movilidad», ya que este concepto «también tiene un montón de connotaciones sociales y económicas».

Cuando se construyó el Banco Pastor los automóviles «eran una curiosidad extraña de gente de clase alta, con mucho dinero, pero con la producción en serie el coche se convirtió en un elemento que era asumible», indicó Jove, quien admitió que «en otros países como España tuvimos que esperar más tiempo y aquí la democratización de la movilidad individual vino con el 600».

Aunque el coche eléctrico representa ahora la innovación, Jove recordó que los primeros automóviles ya se movían con esta energía. Pese a que lo ve «mucho más fiable, eficaz y limpio», destacó: «No creo que la solución de la movilidad sea el coche eléctrico, sería imposible que todos tengamos nuestro coche eléctrico y lo podamos cargar cuando queramos», para lo que aludió al reciente apagón general en España.

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