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El colegio de A Coruña que no puede crecer amplía su "corazón" con ayuda de niños y familias

El Anxo da Garda inaugura una biblioteca completamente renovada gracias al trabajo conjunto del profesorado, las familias y el alumnado, que participaron activamente en cada paso del proceso. «Queremos que sea un sitio donde no solo se lea, sino que también se creen historias», asegura la directora del centro de A Coruña

Asistentes a la presentación de la nueva biblioteca. |  Carlos Pardellas

Asistentes a la presentación de la nueva biblioteca. | Carlos Pardellas

A Coruña

En el colegio Anxo da Garda de A Coruña, su biblioteca ha vuelto a abrir sus puertas. Los niños y familias del centro le han dado una segunda vida a una pequeña sala que aún huele a nuevo.

La directora del centro, Andrea Doural, explicó en la reapertura que la idea surgió con la llegada del nuevo equipo directivo. «Queríamos ir adecuando los espacios del colegio poco a poco y empezamos por la biblioteca, para que se convirtiese en el corazón del colegio, un lugar de encuentro y aprendizaje para todos», señaló.

Durante meses, el profesorado, las familias y los alumnos trabajaron codo a codo «para hacer posible este cambio». Antía Fuentes, jefa de estudios y una de las responsables del proyecto, reconoce que fue «un trabajo enorme, pero muy gratificante». El alumnado de sexto de primaria del curso pasado participó directamente en la catalogación de los libros: «Les dimos un curso, aprendieron a registrar cada ejemplar, a etiquetar, a ordenar alfabéticamente… Lo hicieron con la misma seriedad que los adultos, y con un entusiasmo que contagiaba».

Antía Fuentes, una de las responsables del proyecto. |  Carlos Pardellas

Antía Fuentes, una de las responsables del proyecto. | Carlos Pardellas

El papel de las familias también fue determinante. A través del AFA, la asociación de familias del alumnado, se impulsó parte de la inversión necesaria para pintar, renovar el suelo y adquirir nuevo mobiliario. «Una de las familias, por ejemplo, dio nueva vida a Olliños, la mascota del centro, que nació hace años de un concurso infantil. La abuela de uno de los niños la recreó a ganchillo, conservando su historia pero adaptándola a los nuevos tiempos», explica con agradecimiento la jefa de estudios. «Queríamos mantener la esencia del cole, pero con un aire renovado», explica Fuentes.

La biblioteca, que abrirá también en horario de tarde, busca ahora convertirse en un espacio de convivencia. «Habrá talleres, juegos de mesa y actividades para compartir entre padres, hijos y profesores», adelanta la directora. «Queremos que sea un sitio para aprender pero no donde solo se lea, sino que también se creen historias», explica.

En el acto de inauguración de este lunes, entre discursos y sonrisas, los niños del centro tuvieron gran protagonismo ya que durante este curso, serán ellos los que se encargarán de forma voluntaria de dinamizar la biblioteca. «Queremos que sientan que este lugar es suyo, que lo cuiden y lo hagan crecer», asegura Fuentes.

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