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‘Nabiza girl’, siete segundos al día

Algarabía hace desde hace 30 años proyectos de animación con plastilina

Virginia Curiá y Tomás Conde, ante uno de sus proyectos. |  Cedida

Virginia Curiá y Tomás Conde, ante uno de sus proyectos. | Cedida

A Coruña

El estudio Algarabía lleva treinta años creando proyectos de animación en A Coruña. Sus fundadores, Virginia Curiá y Tomás Conde, estudiaron en la escuela de Imagen y Sonido. En aquel momento, recuerdan, no les enseñaban animación, pero sí fotografía y cine, así que, con esas bases, empezaron a hacer proyectos. El primero y el que marcó su camino fue un videoclip de animación con plastilina. «Nos gustó tanto y fue tan bueno el resultado que ya no paramos», relata Curiá.

Es en stop motion con plastilina como hicieron Nabiza Girl, un proyecto que ha entrado en la programación del festival Animacción y que llega a su novena edición con proyecciones no solo en A Coruña y Vigo para el público general sino también para estudiantes de la escuela Pablo Picasso, a la Facultad de Comunicación y a la Escola de Imaxe e Son. Las proyecciones comenzaron este lunes y finalizarán este sábado, 1 de noviembre, con un magosto animado. Curiá y Conde destacan la buena acogida que está teniendo no solo su proyecto, en el que dan vida a Nabiza Girl, la superheroína creada por Isabel Risco —con guion de Carlos Ares y dirección artística de Manel Cráneo— que lucha contra la desaparición de la cultura gallega, sino todos los demás.

En Algarabía crean proyectos con plastilina y eso significa que no se pueden tomar atajos con la inteligencia artificial porque es un trabajo artesanal. «Con Nabiza Girl, por ejemplo, hacíamos siete segundos diarios, así que, para conseguir diez minutos de contenido necesitamos mucho tiempo, en total, fueron unos tres meses», explican Curiá y Conde, que están ya inmersos en un nuevo proyecto que se estrenará el 25 de noviembre realizado en colaboración con el canal Cosmos y que tiene como temática principal la violencia de género, porque, tal y como ellos defienden, con plastilina se pueden lanzar mensajes y reflexiones muy profundas y trascender la idea de que es una técnica solo para público infantil.

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