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Dos técnicos musicales coruñeses aspiran a un premio: trabajan con The Rapants o Carlos Ares

Iago Blanco y Rubén Montes son los dos coruñeses nominados a los primeros Premios da Industria Musical de Galicia, en la categoría de Mejor Implementación de Sonido. Ambos son parte esencial del sonido en directo de las giras de artistas como The Rapants, Baiuca o Carlos Ares

Iago Blanco, en su estudio Drum&Roll

Iago Blanco, en su estudio Drum&Roll / Casteleiro

A Coruña

Son los que no salen en las fotos, los que están detrás de los cables, los micros y las mezclas. Pero sin ellos, la música no sonaría igual. Iago Blanco y Rubén Montes son dos de los grandes responsables de que los artistas gallegos más reconocidos suenen como suenan. Productores, técnicos de sonido y, sobre todo, apasionados de su oficio, ambos están nominados a los primeros Premios da Industria Musical de Galicia por su trabajo en la categoría de Mejor Implementación de Sonido, un reconocimiento que, por primera vez, pone el foco en quienes están detrás del éxito de los músicos.

«Me alegro de que por fin se reconozca a la gente que está detrás, porque existimos», afirma Iago Blanco, que firma el sonido de The Rapants, Capital Voskov o Budiño, entre muchos otros. En su estudio Drum&Roll, en A Coruña, ha grabado buena parte del nuevo sonido alternativo gallego. «Una banda puede tener una idea brillante, pero necesita que suene, y ahí entramos nosotros», explica. «Mi función no es imponer mi sonido, sino ayudarles a encontrar el suyo. Cuando escuchan el resultado y dicen: ‘Vale, somos nosotros’, ahí está el éxito».

A Rubén Montes se le escucha en casi todo lo que suena hoy desde Galicia hacia fuera. Ha trabajado con Baiuca, Juancho Marqués o Algora, y ahora está nominado por su trabajo con Carlos Ares, el artista coruñés que se ha convertido en una de las voces más reconocibles . «Carlos es extremadamente exigente y sabe perfectamente lo que quiere. Es fácil trabajar con él porque tiene las ideas muy claras, pero también es un reto. Llegar al sonido que imagina no siempre es sencillo», cuenta.

Montes empezó como músico, pero su curiosidad lo llevó al otro lado del escenario. «Soy percusionista, estudié en Róterdam y ahí me empezó a interesar todo lo que había detrás. Siempre tuve atracción por los botones, por las mesas de sonido. En los ensayos era el típico que se encargaba de que todo el mundo se escuchase bien». Desde entonces ha pasado más de veinte años entre cables, micros y giras. «A veces estoy arriba tocando y al día siguiente abajo mezclando. Es la combinación perfecta. Estoy muy a gusto».

RUBEN ESTUDIO MUSICA OZA CESURES

El coruñés Rubén Montes en su estudio de grabación / Casteleiro

Para Blanco, el trabajo de estudio es una mezcla de técnica, intuición y paciencia. «Yo siempre digo que la música no se hace a reloj. Si una banda está inspirada, no puedes decir: ‘Son las ocho, me voy’. A veces nos quedamos hasta las dos de la mañana grabando, pero si sale con gusto, se lleva bien». Su nominación, explica, llegó casi por sorpresa. «Estaba con un soldador en una mano y un cable en la otra, lleno de grasa, intentando no quemarme, cuando me llamaron para decirme que estaba nominado. Pensé que era para invitarme, no para premiarme», ríe. «Fue una alegría enorme. No me lo esperaba. Al final, estos premios sirven para decir: ‘Existimos’».

Montes lo vivió con la misma sorpresa. «No conocía los premios, pero me hizo muchísima ilusión. Cualquier reconocimiento de este tipo es una forma de valorar todo el camino recorrido. Más que quién gane o no, lo importante es que se empiece a hablar de la gente que trabaja detrás de los artistas».

Ambos llegarán a la gala en Santiago el 27 de noviembre con la misma expectativa de disfrutar. «Mi objetivo es pasarlo bien y reencontrarme con compañeros. Somos muchos los que coincidimos en giras, pero nunca tenemos tiempo para disfrutar juntos», dice Iago Blanco. Ellos seguirán ajustando el volumen, midiendo frecuencias y buscando la perfección invisible del sonido. Porque en Galicia, cuando la música suena bien, suele haber dos nombres detrás: Iago Blanco y Rubén Montes.

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