La soprano Ainhoa Arteta recibe un disco de platino en Nueva York

La soprano española Ainhoa Arteta recibió ayer en Nueva York un el Disco de Platino por las ventas de su álbum La vida, lo que supone que ha vendido 200.000 copias de esa recopilación de canciones populares del último siglo.

Arteta, que recibió el premio en el Instituto Cervantes de Nueva York, estuvo acompañada por el presidente de la división Vale Music de Universal Music Spain, Ricardo Campoy, y por el director de esa institución cultural española, Eduardo Lago.

"Este es un acto muy personal y emotivo. La vida , que el principio yo no quería grabar, tuvo que insistir mucho la discográfica para que lo hiciera, ha vuelto a convencerme de que me tengo que dejar llevar", señaló la artista lírica española, que explicó que ese disco que, apenas lleva tres meses en el mercado y que supone una incursión fuera de la ópera, "es de lo más bonito que me ha pasado. Sólo me ha dado alegrías".

La soprano vasca ha recibido ya un Disco de Oro en San Sebastián hace un mes, y ahora, recibe el de platino en Nueva York "que es -dijo- como mi segunda casa".

Arteta vivió 17 años en la ciudad neoyorquina y a menudo la visita para estudiar o para actuar en el Metropolitan.

Tras la entrega de ese disco de platino, la artista emprendió viaje de regreso a España, donde tiene previsto ofrecer el primer concierto de presentación en directo de este exitoso álbum en el teatro Lope de Vega de Madrid.

Arteta interpretará el repertorio incluido en el disco, acompañada por Javier Limón, productor musical del álbum, y por la banda de jazz latino con la que ha grabado todos los temas de este trabajo discográfico.

Este disco, que ha sido uno de los más vendidos en España en el 2008, supone la primera incursión discográfica en la música popular de la soprano vasca, y desde que saliera al mercado en noviembre pasado ha ocupado el puesto número tres en la lista de los 100 álbumes más vendidos.

En este exitoso disco, la cantante muestra su faceta más interpretativa y alejada del género lírico, para acercarse a la música pop, con arreglos musicales próximos al jazz, el bolero, el soul o la música de raíz latina.

Ese disco incluye temas tan populares como Tears in heaven de Eric Clapton, La vida de Silvio Rodríguez, Michelle de los Beatles, Ne me quitte pas de Jacques Brel o Love me tender de Elvis Presley, además de otros éxitos de Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, Nat King Cole o Pedro Infante. A la entrega del premio, asistieron también el tenor español José Manuel Zapata y el pianista Rubén Fernández Aguirre, quien a menudo acompaña en sus actuaciones a la artista vasca.

Zapata y Fernández Aguirre ofrecieron en la noche del sábado un concierto en el Carnegie Hall de Nueva York titulado "España: una celebración lírica" en homenaje a Manuel García, el tenor sevillano que a principios del siglo XIX llevó la ópera por primera vez a Estados Unidos.

"La vida ha supuesto para mi el descubrimiento de una nueva manera de ver y disfrutar la música", afirmó la artista, quien explicó que la discográfica estuvo cinco años detrás de ella con ahínco para convencerla de que abandonara el género lírico y probara con la música popular.

"Desde entonces no ha parado de darme alegrías", indicó.

La soprano, que dedicó emocionada el disco a su madre recientemente fallecida, aseguró sentirse "muy cómoda en Nueva York" ya que vivió casi dos décadas en la Gran Manzana, una ciudad que, según confesó Ainhoa Arteta, "a pesar del frío tiene un corazón que late y que nos da calor a todos".

Ainhoa Arteta se aventura en este disco por los territorios del jazz, el pop o el rock. "Es un disco íntimo, otoñal. No me he hecho roquera, ni he cambiado la ópera por el pop", aclaró la soprano española en el acto de Nueva York.

"Simplemente Ainhoa Arteta se ha atrevido a hacer en público lo que ya hace en privado: como ella dice, cantar bajito", señaló el tenor español Manuel Zapata en la presentación.

"Esto mucha gente no lo sabe, peor yo canto para mi familia", añadió Ainhoa Arteta.

Y a su madre le gustaba por encima de todo una canción: La vida, de Silvio Rodríguez, que finalmente ha dado título al disco con el que Ainhoa Arteta se ha convertido en superventas en un territorio ajeno a sus tradicionales interpretaciones operísticas.

"Cuando murió mi madre yo me quedé con la cantinela de esta canción, de que tenía que grabarla. Ese fue el el principio del proyecto y la satisfacción de haberme atrevido a hacerlo es ahora para mí casi tan grande como el éxito que ha conseguido", aseguró la cantante española al término de la presentación neoyorquina de su nuevo álbum La vida.