Descubrió Sri Lanka en 1501 comandando la III Expedición a la India de Portugal; fue alcalde de Lisboa en el siglo XV y capitaneó la Batalla Naval de Diu neutralizando durante décadas el poder otomano en la India. A pesar de estas y más hazañas, el papel en los descubrimientos portugueses de ultramar a cargo del gallego Xoán de Nóvoa (João da Nova) -de la casa de los condes de Maceda- ha sido silenciado. El último documental de Xan Leira Galegos en Lisboa. A historia xamais contada pretende rescatar de la ignominia la figura de este navegante así como de otros miles de gallegos que contribuyeron a la prosperidad de la capital lusa.

Más de 300 horas de vídeo grabadas, más de 150 entrevistas a gallegos en Lisboa forman parte de este proyecto, subvencionado por Agadic, que será finalizado en los próximos meses y que se inició tomando como referencia una nutrida investigación del profesor de la Universidade de Santiago Domingo Lopo.

Supone Galegos en Lisboa. A historia xamais contada un recorrido por cinco siglos de historia de Galicia y Portugal donde también resalta otro gallego explorando la isla canaria de La Gomera en el siglo XIV. Conde de Andeiro y natural de A Coruña, Fernando de Ormel recorrió con una pequeña escuadra las costas occidentales de España en 1386 para acabar en una refriega en La Gomera.

El documental de Leira no sólo se fija en las conquistas de armas sino también en las culturales y sociales de los gallegos en Lisboa.

Entre los descendientes de estos, el propio Luís Vaz de Camões (siglo XVI), el poeta de la patria lusa, trinieto -por vía paterna- del trovador gallego Vasco Pires de Camões y, por vía materna, emparentado con el navegador Vasco da Gama.

Cinco siglos de historia

Señala Leira que tanto los gallegos como sus descendientes en Lisboa contribuyeron "a cinco siglos de transformación comercial, industrial, social y cultural de la ciudad", asentándose especialmente en el siglo XVII, en zonas como la Alfama, A Baixa/Ribeira y el Bairro Alto, arrasando el terremoto de 1755 buena parte de las calles donde estos moraban.

A pesar del terremoto, Lisboa siguió siendo el imán para miles de gallegos que lucharon por conquistar un espacio propio en la ciudad. La documentación estudiada por Leira sitúa en 1908 la fundación de Juventude de Galiza, una sociedad para sus fiestas y bailes.

La creación de este espacio surgió de un encontronazo entre gallegos y portugueses en la Sociedade Filharmonía de Lisboa donde los lisboetas les prohibieron bailar con las chicas por no ser socios de la entidad. Fue este rechazo el que motivó la creación de Juventude de Galicia que el pasado año cumplió su siglo de existencia y que, en cierta medida, impulsó la creación del documental que Leira ha coproducido con la TVG.

Los gallegos se ganaron la etiqueta de trabajadores duros y fuertes en una ciudad en la que sólo les empañó su fama en el siglo XIX Diogo Alves, conocido como el asesino del acueducto por lanzar a sus víctimas desde los arcos del Acueducto de Aguas Libres en Lisboa.

Frente a este apunte tenebroso, la comunidad gallega fue involucrándose durante siglos en la vida de Lisboa dando otros nombres para la posteridad pero por su contribución social. Uno de ellos fue el coronel Durán Clemente, miembro del Consello de la Revolução dos Cravos (Revolución de los Claveles), quien en noviembre de 1975 protagonizó un episodio anecdótico de la Revolución. Tras ocupar la Radio Televisión Portuguesa, Clemente hablaba en directo explicando las tesis de la facción más izquierdista hasta que un supuesto problema técnico lo obligó a cesar su discurso.

El coronel de origen gallego abandonó el plató con la promesa de volver pero nunca llegó a reanudar su discurso. Hoy en día se le recuerda como uno de los Capitanes de Abril.