El escritor Arturo Pérez-Reverte, que acaba de presentar su nueva novela, El Asedio, afirmó creer que "España es el único país donde los políticos no tienen que tener el Bachillerato para ocupar un cargo, por lo que no se puede esperar gran cosa", lamentando, al mismo tiempo, "lo poco que se cuenta la historia a los chicos".

En este sentido, confesó "la tristez"a que le produce saber "cómo se trata la historia en los colegios de España". Un hecho, según explicó en la rueda de prensa de presentación, que provoca que "seamos huérfanos en manos de cualquiera, ya que sin la historia nos despojamos de la memoria de verdad, de la de hace más de 3.000 años, no sólo la de 1.939, y privamos de comprender la historia a las nuevas generaciones". Asimismo, consideró que esto es consecuencia "de una clase política que no ha leído un libro".

Reverte, que traslada al lector al Cádiz de 1811 y 1812 en El Asedio, afirmó que "la guerra la ganamos en lo militar, pero la perdimos en lo ideológico, ya que si bien se vivió una victoria militar y de libertad nacional, se sufrió una derrota ideológica, cerrándose la puerta durante dos siglos a la libertad, a la modernidad, al progreso, a la cultura, y cayendo en manos de los mismos, curas, ministros y reyes". En este sentido, apuntó que "quizás una victoria de Napoleón hubiera cambiado la historia, quizás".

Al hilo de esto, aseguró que "España se salvó porque fue Cádiz, pues sólo una ciudad como esa, por su topografía, por sus características, por sus condiciones políticas, sociales e ideológicas, podría ser el Cádiz de las Cortes".

Con respecto a su nuevo trabajo, que se presentó el pasado 3 de marzo y que ya ha vendido más de 150.000 ejemplares, el escritor cartaginés confesó que es "la obra más complicada" que ha hecho, definiéndola como "la novela de novelas", donde todos sus trucos y experiencias se han vertido en ella. Además, apuntó que "una novela no es una obra de arte, sino un artefacto artesanal que hay que trabajar, podar, regar y seguirlo durante mucho tiempo".