La obra de Antón Lopo Obediencia, presentada bajo el lema Gödel, fue la ganadora, ayer, del premio Manuel García Barros (Ken Keirades), que se falló en A Estrada. En opinión del jurado, la novela ganadora, publicada por Galaxia, destaca por su capacidad para trasladar a los lectores a una Galicia del futuro que se torna completamente verosímil.

La imaginación creadora y la habilidad para construir una historia en ese futuro hipotético, usando el lenguaje de las matemáticas, las imágenes visuales del cine de ciencia ficción, y la intriga de una trama que se desarrolla frenéticamente con unos personajes bien definidos y protagonizada por una mujer.

Este hilo argumental recoge debates políticos y luchas de poder en un futuro en el que parte de Galicia está desertizada y otra bajo una eterna niebla tóxica, en la que se va construyendo una urdimbre con referencia geográfica a la Compostela ciudad -estado independiente y republicano del siglo XXII-.