La película que cambió a Roberts y Bardem

Hacer las maletas y tomar un avión hacia un destino lejano. Escaparse del mundo, reflexionar sobre la vida y rescatar el alma de las modernas preocupaciones. ¿Quién no ha querido hacerlo? La nueva película Come, reza, ama (Eat Pray Love) se estrena mañana en los cines estadounidenses y es uno de los filmes más esperados del verano boreal. La producción está basada en las memorias de Elizabeth Gilbert y su aventura por el mundo en busca de sí misma tras un divorcio.

Mientras que las grandes producciones de Hollywood se basan en fantasías, las estrellas de la cinta, Julia Roberts y Javier Bardem, afirman que la película es diferente porque es real. Y, de alguna manera, reconocen, ayudó a cambiar sus propias vidas.

"Todos hemos pensado en dejar todo y empezar un viaje hacia algún lugar", señaló Bardem, quien interpreta a Felipe, el hombre que conquista el corazón de la protagonista, Gilbert, a la que interpreta Julia Roberts.

"La película habla sobre personas que intentan enfrentar dudas, miedos e inseguridad y eso habla por todos", explicó Bardem. Por su parte, Roberts reconoció verse reflejada en cierta manera en la búsqueda de almas de Gilbert.

La actriz, de 42 años, anteriormente fue una de las estrellas mejor pagadas en Hollywood. En el 2000 recibió un premio Oscar por su papel en el drama legal Erin Brockovich, pero desde entonces ha tenido pequeños roles en el cine y se tomó un tiempo para contraer matrimonio y tener tres hijos.

"Desde hace mucho tiempo no he tenido un papel protagonista en una película y me preguntaba si todavía me interesaba ese tipo de carga laboral y quedé muy feliz al quedar satisfecha como alguien creativo al finalizar ésta", explicó.

Viaje gastronómico y espiritual

El filme relata el viaje de Gilbert a Italia, India e Indonesia durante un año. Un periplo vital donde busca nuevos horizontes mediante grandes descubrimientos gastronómicos, rezos, la guía espiritual de un médico de Bali y también el amor. Ella también lleva consigo una pesada carga emocional -su ex marido (Billy Crudup) con quien pasó por un amargo divorcio y tiene problemas para reconciliarse y un ex novio (James Franco) con quien tuvo un tórrido romance tras su matrimonio-.

El exceso de peso de esos malos romances en su equipaje se alivia cuando Gilbert recupera su equilibrio y aprende a seguir adelante. Aún así dejarse llevar -la esencia de la historia de Gilbert y el mantra del filme-, dar paso a nuevas experiencias y asumir riesgos no fue una tarea fácil. Ni tampoco fue simple para Roberts y su director Ryan Murphy, el co-creador de la exitosa serie de televisión Glee, cuando realizaban la película.

Parte del "desafío" para la alta y delgada Roberts fue ganar peso. Apenas ganó unos 4,5 kilos. En Roma, para una escena, devoró para una escena ocho trozos de pizza en una hora. En otra ocasión, comió seis platos de pasta.

Como los otros, el director Murphy admitió terminar el filme como "una persona distinta", debido a los viajes a lugares exóticos y conocer a personas y culturas diferentes.