La capilla ardiente con los restos mortales del cineasta Luis García Berlanga quedó instalada ayer a las 19.00 horas en la sede de la Academia de Artes y las Ciencias Cinematográficas, de la que era presidente de honor y cofundador.

El féretro llegó a la Academia de Cine pasadas las 18.00 horas y quedó instalado en el escenario del salón de actos, iluminado por cuatro grandes candelabros y acompañado de una corona de rosas blancas. Al fondo, en una pantalla se proyectan fotografías de la trayectoria del cineasta.

El presidente de la Academia de Cine, Álex de la Iglesia, fue uno de los primeros en expresar en la sede de la entidad que preside su pesar por la muerte de Berlanga, de quien dijo que "sólo Buñuel le puede hacer sombra". Del mismo modo, De la Iglesia lamentó la muerte de "uno de los cineastas más importantes de todos los tiempos".

Además de familiares del fallecido cineasta, a la capilla ardiente acudieron en los primeros momentos de su apertura los cantantes Ana Belén y Víctor Manuel.

La capilla se cerró a medianoche para volver a abrir hoy desde las 10.00 horas hasta las 13.00, cuando el féretro sea conducido al cementerio madrileño de Pozuelo de Alarcón donde García Berlanga será enterrado a las 15.00 horas.

Con Berlanga se va uno de los cineastas más importantes de todos los tiempos y se cierra una época dorada de la cinematografía española. La actriz Concha Velasco, que protagonizó en 1999 Paris-Tombuctú, la última cinta del cineasta valenciano, apelaba también a ese carácter para glosar la figura del cineasta: "Sin la ironía, sin el humor y sin la crítica social del cine de Berlanga no se entendería la historia de España" de la segunda mitad del siglo XX. Fue "uno de los tres directores más grandes de la historia del cine junto a Federico Fellini y Billy Wilder".

Juan Luis Galiardo, que trabajó a sus órdenes en Todos a la cárcel, destacó que con el fallecimiento del "inteligente" cineasta se muere la época dorada del cine español, la de los grandes creadores de historias. "Se nos ha ido un maestro", añadió Galiardo, un hombre "inteligente", "trasgresor" y "uno de los grandes cineastas del mundo".

Berlanga "encarnaba la inteligencia en estado químicamente puro" y era muy difícil definirlo, en opinión del actor José Sacristán, en la capilla ardiente del director.

"No solamente el cine está de luto. Toda la cultura de este país llora por Luis", dijo Sacristán, que señaló que "Buñuel y él son los dos grandes de este oficio por su mirada de este país".

Su cine "es un espejo que nos ha devuelto una imagen potente y divertida de nosotros mismos", dijo el actor Pablo Carbonel: "Berlanga nos ha retratado como nadie".

También la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, destacó que Berlanga y Juan Antonio Bardem "reinventaron" la cinematografía española, con "un cine original, propio y de alta calidad".

En sendos telegramas, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, enviaron su pésame a la familia del cineasta valenciano.