Cuando empezó a escribir un relato de quince folios, el fiscal Luis Anguita Juega notó cómo los personajes de su historia se apropiaron de su mente y, de repente, sus manos empezaron a tejer sobre el teclado páginas y páginas de la que se ha convertido en su primera novela, "Mi lugar. Mi pequeño sueño", que llegará a las librerías a mediados de mes.

El día a día no tiene respiro para este fiscal delegado de Siniestralidad Laboral de A Coruña, que a la vez es coordinador de la Fiscalía Provincial, donde se encarga de distribuir los señalamientos de la Audiencia y de acudir a los juicios que le tocan en el reparto que él mismo gestiona.

También es profesor de Derecho Procesal en la Universidad de A Coruña y de la Escuela de Práctica Jurídica del Colegio de Abogados de esta ciudad, además de amante del Deporte (practica tenis en el poco tiempo libre de que dispone), del calor de su hogar y de la literatura, que en los dos últimos años ha cobrado especial importancia en su vida.

"Me he atrevido a cumplir un sueño", admite Anguita, que nació en Madrid en 1961, es licenciado en Derecho por la Universidad Complutense y antes de desembarcar en Galicia en 1999 vivió nueve años en San Andrés de Llavaneras (Barcelona), donde trabajó en la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña.

El único nexo entre su profesión y su obra es el trabajo de uno de sus protagonistas, un abogado, pero la historia no es real, aunque "la experiencia influye en el libro", ni tiene que ver con los casos que ha tenido a lo largo de su trayectoria como fiscal.

Lo que más le costó fue dar el paso y ponerse a escribir, insiste el autor en una entrevista con EFE.

Y añade: "Durante muchos años me lo había planteado, pero creía que no era quien para hacer algo reservado a un escritor", explica.

Pasó mucho tiempo desde aquella reflexión inicial hasta que un día tomó la decisión de ponerse, casi a escondidas, delante del ordenador para trazar un relato que acabó en novela.

"Leí 'Juntos, nada más' de Anna Gavalda y, cuando la terminé, me dije que, si esa historia de personas normales en la búsqueda de sí mismos me había emocionado, tenía que intentarlo", aclara.

Sintió "casi vergüenza" de confesar que se había puesto a escribir, ni siquiera se "atrevía" a decírselo a su familia, trató de llegar a quince páginas "para hacer un pequeño relato", pero se le hizo corto.

"Los personajes de la historia se apoderaron de mí. No era yo el que escribía. Yo sólo me limitaba a contar lo que me decían", aclara.

"No podía dejar morir a esos personajes en el olvido y me atrevía a mostrarle el texto a mis mejores admiradoras: mi mujer y mis hijas, que se emocionaron y me convencieron para que la enviara a varias editoriales", añade.

En solo cuatro meses recibió varias ofertas, el interés de dos grandes editoriales que al final no apostaron por la obra, hasta que Ediciones Nostrum (Vitruvio), con el poeta Pablo Méndez al frente, creyó en su novela, que estará en las librerías a mediados de mes y será presentada en A Coruña el viernes 29 de abril.

Poco tiene que ver la obra definitiva con aquel relato corto que la inició y que, por respeto a sí mismo, incorporó a un capítulo después de un proceso de depuración que hizo tras haber comprobado que el escritor novel que había comenzado el texto poco tenía que ver con el novelista en el que se había convertido cuando la acabó.

Es una novela "humana, de sentimientos, de amistad y amor", una trama que nace de la historia de dos jóvenes que al volver de una noche de marcha atropellan a una persona, se preocupan de ellos, de lo que les puede ocurrir, pero se olvidan del hombre que permanece tirado en el asfalto.

Surgen preguntas, relaciones, y el autor anuncia que "todas se resuelven a lo largo del libro", que no hay cabo que quede suelto cuando llega la palabra "fin" en su novela, con 2.000 ejemplares en la primera edición.

"Existe un lugar para soñar, para poder cumplir los ideales y las ilusiones que uno tiene en su vida y encontrar su destino. De ti puede depender encontrar tu felicidad y tu destino o de dejarlos escapar para siempre", dice el autor, que promete muchas sorpresas y respuestas en "Mi lugar. Mi pequeño sueño".