El plenario de la Real Academia Galega acordó nombrar académico electo a Xosé Fernández Ferreiro (Nogueira de Ramuín, 1931), que ocupará la vacante que se produjo tras el fallecimiento del académico numerario Francisco Fernández del Riego. La RAG define a Fernández Ferreiro como un "escritor tradicional, enigmático, poco amigo de la primera línea, y sabedor de que el escritor permanece por sus páginas, su obra y la calidad de su pluma".

Su trayectoria como escritor y periodista se une a su compromiso con el país y la lengua, describe la RAG. De joven, Fernández Ferreiro formó parte del grupo Brais Pinto, en Madrid, y en 1975, con A morte de Frank González -ilustrada por Luis Seoane- se convirtió en el primero que publicó una novela en gallego del género western. También experimentó los caminos de la ciencia-ficción, poco transitados hasta ese momento por los escritores en Galicia, y puso su pluma a disposición del país para narrar y denunciar las injusticias sociales en libros como Morrer en Castrelo de Miño. Entre los premios recibidos destacan el Xerais -por Agosto do 36 (1991)-, el Losada Diéguez de 2000 -por O atentado - y el Premio Galicia de Periodismo (1985).

Discriminación

Coincidiendo con este nombramiento, intelectuales gallegas impulsoras del manifiesto O xogo das cadeiras denuncian la escasa presencia de mujeres en la RAG, que apenas llega al 20%. "Estamos peor que hace un año, antes del fallecimiento de Olga Gallego", recuerdan las impulsoras de este manifiesto, entre las que se encuentran Helena González, Inma López Silva, María Reimóndez y Dolores Vilavedra.

"Cinco eran las mujeres con silla hace un año, y cuatro son ahora. Solo podemos esperar que para la que queda vacante, elijan a una mujer", indican en su nota, en la que denuncian que la Academia "se aleja de lo que se espera de las máximas instituciones de la cultura gallega: que sean corporaciones vivas, dinámicas, comprometidas, integradoras de la diversidad".