El primer concierto en Nueva York del cantante español Joaquín Sabina, con el que debutó en EE.UU., fue un encuentro íntimo entre amigos, que cantaron, vitorearon y aplaudieron toda la noche al artista al que recibieron como a un entrañable amigo.

Sabina llegó a Nueva York con "el penúltimo tren", con el que ya recorrió Latinoamérica y que en su viaje a EE.UU se detuvo en la Gran Manzana, donde hizo un recorrido musical por su carrera ante un público latinoamericano que se conocía cada una de sus canciones y que le recibió con un estremecedor aplauso y gritos, ante lo cual el artista se quitó su característico bombín e hizo una reverencia.

"Esta noche contigo" fue el primero de una veintena de temas que interpretó junto a su banda para luego continuar con "Tiramisú de limón" en medio de la cual saludó con un "Buenas noches, Nueva York".

Tras tercer el tercer tema, se dirigió a sus fans para asegurar que se sentía como en casa.

"Buenas noches neoyorquinos latinos, latinos neoyorquinos. No ha sido fácil, en mi caso 62 años, llegar hasta aquí. Estamos muy conmovidos por realizar un sueño", dijo el cantautor.

"No esperaba que Nueva York fuera como Albacete. Pensé que en lugar de venir a ver a este indignado se habían ido a ver a los indignados de Wall Street", dijo al referirse al grupo que hace un mes protesta en Nueva York en contra de contra la crisis económica y los abusos del sector bancario.

Sabina agradeció al público, que cantó todos sus temas, "por haber esperado" por su visita a Nueva York. "Ojalá le podamos devolver la complicidad" indicó para continuar con "Dama de noche" y "Peor para el sol" en una noche en que algunos de los seguidores también llevaban un "bombín" y en que se vieron en la sala en banderas de México y Uruguay.

El cantante dedicó un tema a la legendaria Chavela Vargas. "Uno puede llegar a hacerse cuate de sus ídolos. Con esta canción vamos a celebrar los próximos 93 años de Chavela Vargas", dijo para, acto seguido, interpretar su icónico tema "Por el boulevard de los sueños rotos" que el público vitoreó a rabiar.

La reacción de los asistentes motivó que el artista se parara en medio del escenario para contemplar en silencio a sus espectadores y dijera "si lo supieran en mi pueblo, quien me iba a decir..." para luego continuar con "Llueve sobre mojado" y tomarse un receso.

Sabina regresó al escenario para unirse a su corista Marita con "Yo quiero ser una chica Almódovar".

La noche incluyó además "Peces de ciudad" cuyo texto señala que "En la fatua Nueva York da más sombra que los limoneros la estatua de la libertad" y la mención de la Gran Manzana fue vitoreada por un público joven, pero también de su edad, que fueron los cómplices perfectos del artista.

"Princesa" fue el tema que desató la locura total en la sala, en al que también se escuchó "Canción para la Magdalena", "19 días y 500 noches" y tras despedirse de Nueva York, el público no quiso dejarle ir, lo que obligó a Sabina a volver al escenario del Manhattan Center para interpretar "Noche de bodas" y "Y nos dieron las 10 y las 11".

La gira de "El penúltimo tren" del cantante andaluz continúa en la ciudad de Los Ángeles, California donde se presentará el 20 de octubre y culminará el 23 de octubre en el American Airlines Arena de la ciudad de Miami.