Con el acento más malagueño de Antonio Banderas, El Gato con Botas se independiza de Shrek para ofrecer una divertida pero irregular comedia, llena de guiños infantiles destinados a los adultos. Personajes de cuentos típicos anglosajones -como el huevo Humpty Dumpty o Juan y las habichuelas mágicas- pueblan una historia tan adulta como todas las de la saga de Shrek pero a la que le falta la frescura y la originalidad de las aventuras del ogro verde.

Preciosismo formal para una historia en la que los dos personajes principales -Gato y Kitty (con la voz de Salma Hayek)- destacan por encima del resto y cuyas escenas en conjunto son lo mejor de este trabajo de Chris Miller, que ya dirigió la tercera entrega de Shrek.

Banderas y Hayek se complementan a la perfección en sus escenas y sus álter ego animados ofrecen unas personalidades tan sutiles y llenas de matices como suelen los de todos los filmes salidos de la factoría de Dreamworks.

Desde Hormigas en 1998, Dreamworks ha creado toda una serie de películas animadas que -junto a los filmes de Pixar- han contribuido notablemente a elevar la calidad de un género cinematográfico que durante décadas estuvo sólo en manos de Disney y destinada a los más pequeños de la casa.

Aunque El Gato con Botas no supone la sorpresa que en su día generó Shrek, no deja de ser un ejercicio imaginativo, divertido y dinámico en el que la narración se desarrolla con fluidez y con el necesario ritmo para atrapar en todo momento la atención del espectador.

Con un tratamiento de película de adultos, una cuidada estética y unos diálogos brillantes, es un ejemplo más de un cine que hace mucho que dejó de ser un reducto infantil.

Y el esfuerzo de Antonio Banderas -también productor, junto a Guillermo del Toro- se ha visto recompensado por un buen resultado en la taquilla estadounidense, donde se estrenó hace menos de un mes y donde ya lleva recaudados 126 millones de dólares (94,4 millones de euros).

El Gato con Botas acaba de llegar a las pantallas españolas y a comienzos de diciembre a las latinoamericanas.