La envolvente música del compositor italiano Ludovico Einaudi acompaña a Domingo Villar en los últimos retoques de su novela Cruces de pedra, que estará en las librería en abril. Es la tercera y esperada entrega de la saga del inspector Leo Caldas, que comenzó con la exitosa Ojos de agua. La obra se publicará al mismo tiempo en castellano (Siruela) y en gallego (Galaxia).

-¿A qué se refieren esas cruces de pedra?

-En parte es un homenaje a As cruces de pedra na Galiza y As cruces de pedra na Bretaña de Castelao, pero también las cruces son una analogía de lo que representa Galicia y, de forma expresa, aparecen a lo largo de la novela en el cementerio de Tirán.

-Galicia vuelve ser el escenario de su novela. ¿reconocerá el lector los escenarios?

-Sí, son localizaciones reales. Hay lugares relacionados con mi vida y los conozco desde niño y a otros me he ido acercando a medida que investigo la trama. Aparecen, entre otros, el barco que va de Vigo a Moaña, ya que es en el que la protagonista, Mónica Andrade, viaja a diario. Son doce minutos en los que unos pasajeros leen, otros miran el paisaje, otros conversan mientras dejan atrás una ciudad inmensa.

-La novela comienza con la desaparición de una profesora de la Escuela de Artes y Oficios de Vigo. ¿Por qué eligió este lugar? -Es un edificio fantasma, pasamos a diario por delante de él y no reparamos en que se encuentra lleno de joyas como los ceramistas, los orfebres, los luthieres... Siento que mi obligación al escribir es también hacer de altavoz para señalar joyas como esta.

-Ahora reside en Madrid, ¿no le atrae incluirla en sus novelas?

-La verdad es que no me estimula nada. Además, me gusta que escribir sea un viaje de vuelta a casa.

-¿Cómo vive los últimos meses antes de publicarse una novela?

-Estoy tranquilo y con pena porque veo que se acerca el momento de desprenderme de una historia a la que estoy unido desde hace dos años. Disfruto muchísimo del trabajo de corrección; es mi parte preferida de todo el proceso. Al mismo tiempo traduzco la obra al castellano y pulo nuevos detalles... no tengo prisa por terminar, más bien me la tienen que quitar de las manos.

-¿Qué lee mientras escribe una novela?

-Leo poco, sobre todo cuentos y narraciones breves. Trato de huir de historias que me retengan mucho tiempo para concentrarme en la mía. Y, sobre todo, nada policíaco.

-¿Ha cambiado Leo Caldas?

-El personaje va evolucionando, si no dejaría de atraer a los lectores. Yo también le conozco cada vez mejor y puedo ver cómo va cambiando. Pero no quiero adelantar nada para no estropear la trama.

-¿Tiene intención de seguir en la línea de la novela policiaca?

-De momento sí. El caso policial me permite combinar el juego intelectual con el lector y el retrato de la sociedad. Suso de Toro decía que la novela negra es la novela épica del siglo XXI, estoy de acuerdo.

-¿Cómo va el proyecto de llevar a la gran pantalla La playa de los ahogados?

-Está bien encauzado, esperan rodarlo a finales del año que viene.