Vari Caramés lleva haciendo fotografías más de treinta años. "Aprendiendo a mirar", dice él. El fruto de esas tres décadas se puede ver ahora en la sala Rekalde, de Bilbao, en una muestra de fotos tomadas entre 1980 y 2012, que en 2013 se verá en el Kiosco Alfonso, de A Coruña, bajo el título de Ritmo mareiro. Con motivo de la muestra, se ha editado un libro con las imágenes de Vari Caramés más características, prologado por el crítico Miguel Fernández Cid, quien destaca el propósito del fotógrafo coruñés de nutrirse de la vida "para reflejar lo cotidiano sin necesidad de buscar el exceso o propiciarlo". En esta antología están las primeras series sobre la movida viguesa o la Coruña nocturna, sus ventanas (como la del café de la Dársena) y su paso al color y su posterior estética que asemeja a las acuarelas (la serie de los nadadores), en un juego que a Fernández Cid le lleva a evocar la película Blow up. La antología huye de la cronología y se remite a la miscelánea, a un recorrido por series, que, como señala el prologuista, "llevan en su interior el ritmo de las mareas, cuando no del zambullirse directo en el agua."