Oliver Stone (Nueva York, 1946) recibió anoche el primero de los dos premios Donostia Especial 60 aniversario (el otro es para Dustin Hoffman), por ser "uno de los directores más emblemáticos del cine moderno americano" y por su tratamiento de "candentes temas sociales y políticos". Sus más de 20 largometrajes, tres Oscar (uno de ellos por su primer trabajo como guionista por El expreso de medianoche) y también su última película, Salvajes, que trae a San Sebastián entre las "Perlas" de Zabaltegi, avalan por sí solos sus méritos al galardón.

Tremendamente abierto, sabedor de que llama la atención y todo el mundo espera sus frases lapidarias, Stone se dirige al auditorio del Kursaal, donde celebra una rueda de prensa por la tarde, y espeta: "La idea del narcoterrorismo de cortar cabezas y torturar viene de Badgad, de Irak". "EEUU utiliza la guerra contra el narco para espiar a otros países, para entrar en ellos: México, Colombia, Afganistán o Pakistán, para colocar a su gente allí y espiar, y 'militarizar' a los gobiernos. Lo que sucede es que al final se convierte en la guerra contra el terrorismo y esto ya no se puede parar". Así es Stone.

En Salvajes, John Travolta interpreta a un agente de la DEA. Travolta vuelve a San Sebastián 29 años después (llegó en 1983 con Staying alive), esta vez para llevarse uno de los premios Donosti. El actor, inmenso en su corpulencia de hoy, tan lejana del elástico Tony Manero de Fiebre del sábado noche, y su chocante pelo negro recortado al uno, sonríe para señalar que Quentin Tarantino le hizo "nacer de nuevo" al ofrecerle el papel de Vincent Vega en Pulp Fiction.

Con más de 60 películas a sus espaldas y una vida que le ha exigido muchos sacrificios, como la muerte de un hijo, Travolta es un actor camaleónico con el que es "muy fácil trabajar", apunta Benicio Del Toro. El actor portorriqueño, que interpreta en Salvajes a un narco latino sin ley ni moral ni más dueño que el dinero, ha dicho que aceptó el papel por "la oportunidad de trabajar con Stone".

Los Salvajes a que se refiere la cinta son Elena (Salma Hayek), una mexicana que ha heredado el cártel de su marido fallecido, y los jóvenes estadounidenses Ben y Chon (Aaron Johnson y Taylor Kitsch), hombres de negocios que cultivan una nueva droga.