Tras cuatro jornadas de envidiable nivel competitivo, Venuto al mondo (Volver a nacer), de Sergio Castellito y protagonizada por Penélope Cruz, se ha convertido en la primera gran decepción de San Sebastián, poco apoyada por dos filmes que han abordado la cuestión judía: The Attack y Die Lebenden.

A pesar del éxito internacional cosechado por su anterior colaboración juntos, No te muevas, Penélope Cruz y Sergio Castellito no han conseguido mantener su química artística en Volver a nacer, cinta pataleada en el pase de prensa a la que no se le puede negar, no obstante, que gracias a la actriz española ofreció uno de los momentos más fotogénicos de esta edición.

La actriz, una vez más, se ha comportado como una estrella profesional, además de desgranar el porqué de este proyecto en el que interpreta a una mujer italiana atormentada por su esterilidad en pleno conflicto de los Balcanes en los años 90.

"Ya había conectado mucho y pensaba que tenía muy interiorizado el conflicto de esta mujer, cuando hace tres años hablamos Sergio y yo del proyecto. Pero en este tiempo me he convertido en madre y he podido entenderlo a otro nivel. Una mujer puede ser feliz sin hijos si no los desea, pero si los desea y no lo consigue se siente vacía y vive su propia guerra", ha explicado en rueda de prensa.

Comparada por Castellito con Gina Lollobrigida o Silvana Mangano por ser "una actriz del pueblo, no una actriz burguesa", Cruz se sitúa como lo más destacable (casi lo único) de un filme que bordea el grotesco grand guignol en su aproximación a la tragedia personal en medio del conflicto bélico.

"Me asustaba la diferencia de edad, las dos edades en las que aparece mi personaje que tenían que tener la misma esencia", dijo la ganadora del Oscar por Vicky Cristina Barcelona, que ha asegurado también que el rodaje en Sarajevo ayudó a dar más entidad a esta película, basada en una novela escrita por la mujer de Castellito.

Con este filme, Cruz vuelve al cine europeo y, tras el anuncio de esa secuela de La niña de tus ojos, de nuevo bajo la dirección de Fernando Trueba, y el cameo en Los amantes pasajeros, de Pedro Almodóvar, parece que la actriz se acerca de nuevo al cine español: "Nunca me he ido, siempre he compaginado mi carrera en Hollywood y en España, siempre me he comprado el billete de ida y vuelta".

The Attack (El atentado), dirigida por Ziad Doueiri y producida por el cineasta francés Rachid Bouchareb, ofreció uno de los comienzos más vigorosos vistos en la sección oficial, por su brillante factura y la contundencia de su propuesta, pero se desinflaba en el camino a un desenlace que confundía la pluralidad con los tópicos bidireccionales. Doueiri, curtido como asistente de dirección de Quentin Tarantino, enrola al actor Ali Suliman, conocido por Paradise Now, y plantea cómo un prestigioso médico palestino que recibe un premio de la comunidad israelí, descubre con estupor la verdadera identidad de su mujer cuando esta comete un atentado suicida: "La película habla de que si en la vida das la vida a un conflicto, este volverá a ti", explicó el realizador, autor de Lila dice, sobre un proyecto que fue rechazado tanto en Estados Unidos como en Israel.