Prince, el niño prodigio del pop internacional, Princese metió en su bolsillo a decenas de miles de personas que asistieron ayer por la noche a su concierto en el recinto deportivo del colegio de Santa Maria de Mar. En su último concierto de su gira por España y con las cámaras de la televisión de Galicia como testigos directos del acontecimiento, Prince atrajo a las instalaciones del colegio coruñés entre veinte y veintitres mil personas, según señalaron miembros de la organización.

Pese a que las previsiones de de apertura del recinto deportivo del colegio de los jesuitas, acondicionado para este concierto, para las seis de la tarde, tuvo que pasar casi una hora para que los primeros grupos de personas entrasen al campo de fútbol.

Este retraso no impidió que los asistentes entrasen al campo con bastante fluidez y sin producirse incidentes.

Mosqueo

En un primer recorrido por las colas de personas que entraban al estadio podía apreciarse a grupos de fans del 'príncipe de Minneapolis' procedentes de Portugal, de Castilla León, de Asturias y también, entre los miles de gallegos, bastantes procedentes de Vigo y Pontevedra, que prefirieron desplazarse hasta A Coruña para ver a Prince y 'pasaron' de Madonna, cuyo concierto comenzó unos quince minutos antes que el de su 'oponente' en la gran noche del pop que vivió la comunidad gallega.

Como teloneros del gran espectáculo vivido en A Coruña, se presentaron un grupo, en su mayoría compuesto por mujeres, cuya procedencia se fijó en Holanda y que atendían al nombre de 'Lois Lone'. Bien su actuación cumpliendo la labor de 'calentar' a los miles de aficionados. El grupo holandés cubrió el hueco dejado por los miembros de la banda española Ketama, teloneros de los conciertos de Prince en España.

Lo que sí indignó cierto coruñés fue la división entre la zona de las gradas del campo de fútbol y la arena, donde se concentró la mayor parte de los espectadores. Según la organización, parte de las gradas estaban destinadas para los 'vips', personajes que ayer por la noche no se prodigaban por esas gradas.

Fragmento del concierto de Prince en A Coruña // TVG

Quienes sí acudieron a la cita con Prince, fueron cantantes como Joaquín Sabina (que aprovechó a 24 para actuar en el programa especial A Fala de la Televisión de Galicia, y se quedó por estas tierras para asistir al concierto del 'príncipe de Minneapolis') y el vigués Antón Reixa, líder de Os Resentidos, el cual ya había anunciado su intención de acudir a A Coruña y no estar en el campo vigués de Balaídos donde actuaba Madonna.

Inexperiencia

La inexperiencia de la organización local del concierto de Prince se notó, de infraestructura de seguridad. La organización se olvidó de acreditar a los miembros de la Cruz Roja de A Coruña que se habían desplazado al recinto del concierto para atender al público en caso de necesitar asistencia sanitaria.

A pesar de que en un principio se había especulado con el posible desembarco de Prince en un globo aerostático en el recinto coruñés, el único globo que se vió por los club de un concello cercano y que llevaba el anagrama de una entidad financiera, desde el cual se regalaron miles de caramelos que llovieron como "luvia púrpura" sobre los asistentes al concierto.

Servicios higiénicos

Dentro de las instalaciones deportivas del colegio de los Jesuitas se instalaron tres 'chiringuitos' donde se despachaban bebidas refrescantes y cerveza, única concesión alcohólica de la organización. Los botes de esta última bebida se agotaron con una rapidez espectacular.

Quizás debido al consumo de esta bebida, las necesidades fisiológicas de los aficionados provocaron que los doce retretes portátiles colocados en el recinto se vieran rápidamente desbordados e inútiles. Plantas y vallas se convirtieron entonces en servicios de urgencia con los consiguientes problemas sanitarios.

Concierto

El concierto se desarrolló sin problemas , tras la demora en su inicio, pasadas las diez y media de la noche, cuando Madonna ya llevaba unos quince minutos de su actuación en Vigo.

A lo largo de todo el concierto, la superestrella pop noerteamericana conectó con el público, que coreó sus canciones más populares así como sus versiones de otros temas como el de la popular Sinead O'Connor. Tras finalizar el concierto, y pese a las numerosas y ruidosas peticiones de miles de fans Prince no dedicó ningún 'bis' a la concurrencia, y, sobre las doce y media de la noche salía del recinto en el interior del Jaguar que lo había recogido en Lavacolla.