Felipe VI instó ayer, en vísperas del IV centenario de la muerte de Miguel de Cervantes que se conmemora hoy, a que la palabra del autor "cargada de libertad y diálogo abierto al servicio del hombre" llegue a "todos los que ríen y lloran". "Cuando leemos El Quijote nos sentimos compañeros de camino, llamados a compartir un diálogo interminable sobre lo divino y lo humano, con la inmensa y variada multitud de interlocutores", señaló el monarca en un almuerzo con personas del mundo de la literatura que siempre se celebra en vísperas de la entrega del Premio Cervantes, que en esta ocasión recae en el mexicano Fernando del Paso.

En esta ocasión, al almuerzo -al que también acudió la reina Letizia- asistieron más de un centenar de representantes de la cultura. "Todos -niños, jóvenes, hombres y ancianos-, tal y como aseguraba el propio Cervantes, estamos convocados", apuntó el monarca. Al coincidir este año con el IV centenario de la muerte de Cervantes, el objetivo de este año ha sido el de que esta reunión tenga "una clara vocación cervantina", tal y como señalaron fuentes de Casa Real.

El monarca recordó que el creador de El Quijote fue el primero en escribir novelas del tipo de las ejemplares y eso se debía a que "creía en una literatura de la experiencia en la que podían entreverarse cosas prodigiosas que parecieran verosímiles". "Pero siempre con la vida como modelo de la escritura, dejando que el habla común, en buena conversación, corriese libre mezclando lo racional y lo imaginario", añadió.

Asimismo, el rey Felipe tuvo también palabras para el homenajeado, Fernando del Paso, recordando su obra Viaje alrededor del Quijote en la que muestra a un personaje "en su realidad y significado más auténticos".

"Desde su primera novela, la palabra creadora de Del Paso ha ido tejiendo realidades históricas, sueños, mitos, tradiciones prehispánicas y ecos de la literatura universal en un discurso que ha sido calificado de monolítico fluvial", aseveró.

Alrededor de la 13.30 horas de ayer dio comienzo un breve besamanos por el que desfilaron ante los Reyes todos los invitados al almuerzo. Entre ellos, destacó una amplia presencia de cervantistas internacionales, procedentes de hasta nueve países distintos (Portugal, Estados Unidos, Argentina, Japón o Alemania, entre ellos).

Asimismo, los cervantistas españoles también estuvieron presentes, con nombres como el del exdirector de la Real Academia Española José Manuel Blecua, la académica Aurora Egido o el presidente de la Asociación de Cervantistas, José Manuel Lucia Megías.

La Casa Real quiso contar en esta ocasión tanto con escritores "con más trayectoria" como con otros más noveles, y así entre los invitados se encontraban José Manuel de Prada, Luz Gabás, Soledad Puértolas, Sergio del Molino, Javier Gomá, Ismael Grasa, Dolores Redondo o Matías Candeira.

Editores de grupos como Planeta, Vicnes Vives o Visor, el Gremio de Editores o el hijo de la agente literaria Carmen Balcells, Lluis Miquel Palomares, acudieron también a la cita, así como los premios Nacionales del último año (Carme Riera o Luis Alberto de Cuenca, entre ellos) y los ganadores de premios literarios en 2015 (Barco de Vapor, Azorín, Adonais, Café Gijón o Planeta).

En representación de los académicos asistieron Juan Luis Cebrián, Álvaro Pombo o Rafael Valencia, mientras que de los anteriores premios Cervantes estuvieron Jorge Edwards y Antonio Gamoneda. En cuanto a representantes políticos, el ministro en funciones de Educación, Cultura y Deportes, Íñigo Méndez de Vigo, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, o la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Además de la familia de Del Paso, quien llegó en silla de ruedas junto a su esposa María Socorro Gordillo y tres de sus hijos.

Ya por la tarde, Fernando del Paso inició la tradicional lectura ininterrumpida de El ingenioso hidalgo don Quijote de la Mancha, en el Círculo de Bellas Artes de Madrid. El escritor en silla de ruedas y que iba ataviado con un traje y corbata rosa, camisa fucsia y pañuelo en la solapa del mismo color, llegó con unos minutos de retraso y quiso hacer ninguna declaración a los medios de comunicación que aguardaban su llegada.

"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor", leyó el escritor, galardonado el pasado mes de noviembre con el premio más importante de las letras castellanas en reconocimiento a toda su obra.

Tras la lectura, se situó entre el público que ocupa el salón de actos y siguió atento las intervenciones de quienes le han relevado en la tarea, que se prolongará ininterrumpidamente hasta mañana a las 15.00 horas, aproximadamente. A Del Paso le siguieron en esta edición de lectura ininterrumpida de Don Quijote, Cristina Cifuentes, Íñigo Méndez de Vigo, y el secretario de Cultura de México, Rafael Tovar, entre otros.

Por su parte, el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, -en una visita al Instituto Cervantes- destacó la necesidad de cuidar el español "como círculo de unión que es" para "seguir construyendo juntos" el "futuro compartido", en el que incluye también al "rico patrimonio de otras lenguas españolas": el catalán, el gallego y el vasco, "grandes lenguas con un pasado extraordinario y un presente y porvenir". Destacó además la labor de preservación y difusión del idioma castellano que hace el Instituto.