Su colección de títulos no es muy extensa, pero sí la de premios, que se ha ampliado este jueves con el Nobel de Literatura, probablemente el más importante de su vida y que volverá a catapultar sus 8 novelas, algunas de ellas bien conocidas tanto por el público como por la crítica.

Kazuo Ishiguro, sucesor de Bob Dylan en el Nobel, nació el 8 de noviembre de 1954 en Nagasaki, Japón. Su familia se trasladó a Inglaterra -su padre, oceanógrafo de profesión, empezó a trabajar en plataformas petrolíferas del Mar del Norte- cuando él tenía seis años, siendo ciudadano británico a todos los efectos. Se graduó por la Universidad de Kent en 1978, haciendo después un posgrado de Literatura Creativa en la Universidad de East Anglia.

Una vida muy común para un escritor no tan común que le ha llevado a conformar trabajos en los que habla de la memoria, del tiempo o del autoengaño. Temas habituales y de la vida cotidiana que trata siempre en primera persona y que normalmente se abientan en el presente, aunque también cuenta con títulos de épocas pasadas. Entre su producción destacan tres libros:

'Pálida luz en las colinas' (1982)

En su primer libro, Ishiguro fraguó su particular poética del dolor de los silenciados. Y es que su relato se basa en la historia de todos aquellos que tuvieron que recuperarse de la bomba atómica en Nagasaki. "Después del suicidio de su hija mayor, Etsuko, una japonesa de cincuenta años instalada en Inglaterra, rememora momentos de su vida. Quizá la explicación de esta tragedia familiar se encuentre agazapada en aquel Japón de los años cincuenta que se recuperaba de las heridas de la guerra y del traumatismo de la bomba atómica...", reza la sinopsis.

Así, la joven Etsuko comienza a obsesionarse con otra mujer, una compañera de piso de su hija, que le lleva a pensar de lleno si los demonios del pasado tienen algo que ver con el presente. Una historia que los críticos han definido como "fría, ya que la narración de Etsuko está distanciada pero, en todo momento, crea una tensión que no te deja apartar la mirada". 'Cuando fuimos huérfanos' (2000)

En el ecuador de su carrera como novelista, Ishiguro se encarga de hacer llegar al lector una trama en la que un detective se aferra a las penurias de su pasado para conformar el caso más importante y complicado de su vida. "Christopher Banks se ha convertido en el más célebre detective de Londres. Pero hay un enigma que es incapaz de resolver: cuando era niño y vivía en Shangai con su familia, sus padres desaparecieron misteriosamente. Su ausencia y la de los que ni siquiera sabe con seguridad si están vivos o muertos, le atormenta", señalan en la descripción.

Así, el detective deja Europa, donde se fragua el fascismo, para adentrarse en una Shangai olvidada y sumida en la la guerra donde se encontrará con una historia del todo kafkiana. El autor premiado sigue marcando su estilo característico y decir que es una novela detectivesca se queda muy pequeño para las sorpresas que depara. 'El gigante enterrado' (2015)

En el último título que ha sacado al mercado, el escritor británico se adentra en una novela histórica de la Inglaterra medieval. Una historia en la que una pareja de ancianos se embarca en una aventura para encontrar a su hijo desaparecido. "En su periplo se encontrarán con un guerrero sajón llamado Wistan; un joven que lleva una herida que lo estigmatiza; y un anciano Sir Gawain, el último caballero de Arturo vivo, que vaga con su caballo por esas tierras con el encargo, según cuenta, de acabar con un dragón hembra que habita en las montañas".

Ishiguro no busca de técnicas ni modas para conformar los trabajos que le han llevado a coronarse como Nobel porque todas sus novelas parecen querer aventurarse en un nuevo terreno, y de hecho, lo hacen. Y ahora son los que no conozcan sus letras los que deberán arriesgarse.