Veinte años lleva Malú cantando 'Aprendiz', primer sencillo de su carrera, "su amiga y aliada" también, aunque entonces no supiera vislumbrar el calado y recorrido de una relación que, entre otras muchas cosas y canciones, le ha permitido anunciar hoy una nueva gran gira con visos de estrella del pop internacional.

"Mi carrera no se parece en nada a lo que pudiera imaginar entonces. No me figuraba que fuera a pasar algo, ni siquiera con ese primer disco. Cuando se vendió un millón de copias y me dijeron que había que hacer un tour, me metí debajo de la mesa en plan: 'Mamá, que he mentido por no ir al colegio, que yo no sé cantar'. Y en efecto no pensaba que supiera", reconoce en una entrevista con Efe.

A pesar de ello, María Lucía Sánchez (Madrid, 1982) se erigió en una de las voces más valoradas de la música española, como volverá a mostrar la taquilla de un tour que arrancará el 19 de octubre en Málaga (Palacio de Deportes Martín Carpena) y que después pasará por Murcia (27 de octubre, plaza de toros), Barcelona (1 de noviembre, Palau Sant Jordi) o Valencia (10 de noviembre, plaza de toros).

Les seguirán Bilbao (17 de noviembre, Bilbao Arena Miribilla), Zaragoza (24 de noviembre, Pabellón Príncipe Felipe), A Coruña (1 de diciembre, Coliseum), Sevilla (8 de diciembre, Palacio de Congresos FIBES) y Madrid, donde el 14 de diciembre tocará en el Wizink Center, en el que podría ser su décimo "sold out" consecutivo en ese espacio que en dos giras distintas ha coronado en cuatro ocasiones.

Lo hará de la mano del gigante Live Nation, la misma promotora de estrellas globales del pop como Demi Lovato o Ariana Grande, y con 'Oxígeno', título tanto de la gira como del nuevo disco que lanzará "después del verano" y que esta misma semana está en proceso de masterización.

Del mismo ya se han conocido 'Ciudad de papel' e 'Invisible', con producción de Julio Reyes desde Miami, más moderna, que la devolvió renovada a la primera línea.

"No me esperaba que fuese así, porque es muy mía y, cuando pasa tanto tiempo entre giras, da miedo ver qué sucederá al volver, si le estarás dando a la gente lo que espera. Pero de un tiempo para acá todo está siendo muy emocionante y, por primera vez en mi vida, me lo estoy tomando con otra calma", señala.

Resulta todo un cambio para alguien que afirma no permitirse "ningún fallo", con "un nivel de exigencia que me come la salud", añade.

"Todavía no ha habido un disco con el que me haya sentido segura cuando lo expongo al público; me vuelvo a sentir vulnerable, sobre todo cuanto más mío es lo que hay en él", insiste.

Y en 'Invisible', en el que reclama su derecho ocasional "a desaparecer frente a nuestros miedos e inseguridades", se sintió tan expuesta como cuando se retrató para el cartel de la gira, desnuda y sumergida en un gran tanque con enormes peces.

"No me siento con responsabilidad de mostrarme fuerte. Como mujer, si tengo alguna responsabilidad, es la de mostrar la realidad de lo que somos: no una foto preciosa en Instagram con una sonrisa increíble, una vida fantástica y un cuerpo de 10", defiende esta artista convertida en icono para miles de seguidoras.

Fruto de dos años de trabajo bajo una nueva perspectiva de trabajo, el disco 'Oxígeno' será una mezcla de "todos los pensamientos" que pasan por su cabeza, "los destructivos y los constructivos", pero sin la pretensión de sonar "más actual", sino vistiendo cada canción "como pide".

La gira, en cualquier caso, permitirá disfrutar otra vez de una serie de grandes éxitos que se van ampliando desde la publicación de 'Aprendiz' (1998), algunos de ellos intemporales, como la canción que dio título a su debut.

"Es una canción mágica y especial. Pasan los años y sigue ahí evolucionando. Ahora la muestro como es, porque me siento con la capacidad vivida para hacerla desnuda. Es mi amiga, mi aliada, la canción que me va a acompañar el resto de mi vida", cuenta.