Marwan Abu-Tahoun Recio (Madrid, 1979) empezó como cantautor, pero poco a poco sus versos pasaron al papel y, aunque se siente en la literatura como un aprendiz, se ha convertido en un éxito de ventas, algo "totalmente inesperado. Quizá por eso me ha ido tan bien, porque no tenía expectativas".

El cantautor, que ha compartido escenarios con figuras tan consolidadas como Jorge Drexler o Ismael Serrano, ahora divide su tiempo entre escribir y componer. "Me encantaría que el día tuviera 40 horas", dice en una entrevista con la Agencia Efe mientras señala que, aunque son facetas que se pueden unir, el proceso creativo de cada una de ellas es diferente.

Marwan se considera músico antes que poeta, pero reconoce que hay más limitaciones a la hora de componer, ya que "hay que encajar las canciones dentro de una melodía que tiene una extensión y duración determinada, en el poema eres mucho más libre".

Su última obra, 'Los amores imparables'(Planeta), es un libro de poemas variado, dividido en secciones tan dispares como 'collages' o 'arqueología', y en el que también hay lugar para el amor.

"Hay una sección en el libro que se llama 'los amores imparables' en la que hablo de un amor tormentoso contado cronológicamente", señala el autor madrileño, de padre palestino y madre española.

Marwan pertenece a una generación de nuevos poetas en la que también se encuentran Elvira Sastre o Diego Ojeda, que, gracias a las redes sociales, han conseguido volver a poner el punto de mira en la poesía, un hecho que se ha traducido, en su opinión, en lograr "democratizar la poesía. Y yo encantado de haberlo hecho".

Se ha convertido en una de las caras más conocidas de esta nueva ola de autores que huyen de las formas de la poesía clásica y defienden una "poesía narrativa" en la que predomine "el fondo más que la forma", en la que se busque un "lenguaje evocador" a la vez que sencillo.

'Todos mis futuros contigo' (Planeta), su anterior libro, vendió más de 60.000 copias y fue número uno de ventas en España, aunque el cantautor convertido en poeta se muestra modesto: "Me encanta lo que hago, pero creo que hay poetas mejores con una trayectoria más extensa".

"El problema es que todos piensan que hemos hecho algo nuevo y se equivocan", añade Marwan, mientras explica que su obra es muy afín a la poesía de la experiencia, un concepto que en los ochenta inauguraron los poetas granadinos Luis García Montero, Javier Egea y Álvaro Salvador.

"La poesía en la que tengo que hacer un esfuerzo tremendo no me interesa. No es que no haya inquietudes de no tocar el lenguaje, pero a veces se puede ser más sencillo, como veo en poetas que admiro que hacen cosas muy cercanas", dice Marwan.

Pero eso no implica que no haya una "inquietud lírica" dentro de los poemas de Marwan, que apostilla que aunque "podría hacer una poesía más oscura y mucho más compleja, no quiero".

Entre sus imprescindibles se encuentran muchos autores y, aunque se muestra muy ligado a la poesía de García Montero, Juan Bonilla, Vicente Gallego o Gloria Fuertes, a la hora de decantarse por uno prefiere a Mario Benedetti, "el que me hizo iniciarme en la poesía".