Los lectores podemos apartarnos de la estufa y de la manta y salir por fin con los libros al sol: con la llegada de la primavera, nada apetece más que devorar páginas en las terrazas, los balcones y los bancos de los parques. A continuación, una selección de cinco libros idóneos para disfrutar de una tarde de lectura:

‘El arrecife de las sirenas’, de Luna Miguel. Ed. La Bella Varsovia

Un pequeño poemario sobre la muerte, la pérdida de los hijos, la maternidad, el sexo y la vida. Luna Miguel escribe poemas en un avión, cruzando el océano en un avión de Aeroméxico de vuelta a la Barcelona en la que vive con su marido, su hijo y sus gatas calicó. También desde Kioto, Kamakura o Ámsterdam, o desde cualquier otra parte que evoque los escenarios recogidos en ‘El arrecife de las sirenas’.

‘El fin del mundo y antes del amanecer’, de Inio Asano. Norma Editorial

Diferentes vidas en blanco y negro se entrelazan en algún lugar de Japón. Son personas ordinarias, con sus trabajos, sus familias y sus miserias, y nosotros, los lectores, nos asomamos por unas horas a su vida. Esta recopilación de mangas de Inio Asano es un retrato y a la vez un elogio de la soledad que atenaza a los personajes que en él conviven.

‘Seda’, de Alessandro Baricco. Ed. Anagrama

Este no es un cuento, sino una historia, la de Hervé Joncour, un hombre que atraviesa el mundo y llega hasta Japón en busca de gusanos que elaboren la materia prima de la que vive. En un pequeño pueblo francés su mujer, Helene, espera. Pero esta no es solamente una historia de amor, porque entonces, según Baricco, no habría merecido contarla. Sea lo que sea, ‘Seda’ se lee en un suspiro, al término de un té, pero es una de esas historias que uno atesora para siempre.

‘La nieta del señor Lihn’, de Philippe Claudel. Ed. Salamandra

El señor Lihn desembarca con su pequeña nieta, Sang Diu, en una ciudad europea cuyo nombre no se nombra. No tiene ninguna pertenencia ni comprende el idioma del país al que ha ido a parar. El anciano enseguida forja una amistad con el señor Bark, que acaba de quedarse viudo, aunque por el problema lingüístico no pueden regalarse otra cosa que a compañía.

‘Los interesantes’, de Meg Wolitzer. Alba Editorial

Seis adolescentes se juntan en un campamento de verano a las afueras de Nueva York. Todos adoran a Günter Grass y Anaïs Nin y confían enormemente en su talento y en la idea de que son especiales. Además, todos quieren ser artistas cuando crezcan. ‘Los interesantes’ cuenta su historia cuarenta años después, cuando son adultos y la realidad se ha impuesto a los deseos.