El escritor Lorenzo Silva publicará en papel su 'Diario de la alarma', las reflexiones que compartió en su blog durante los primeros cincuenta días del confinamiento por la pandemia del coronavirus, según ha anunciado este jueves la editorial Destino.

Silva también publicará en papel 'Y te irás de aquí', la novela que escribió durante el confinamiento bajo el pseudónimo de Patricia Kal, una historia de amor que regaló a sus lectores por internet.

"Nos aguardan un otoño y un invierno difíciles. Leyendo lo serán menos. Si en su transcurso a alguien le sirven de algo estos dos libros escritos en el primer confinamiento, benditos sean y habrá valido la pena el trabajo de escribirlos y hacerlos existir", ha indicado el escritor.

Silva ha recordado en un comunicado cómo el confinamiento anterior lo enfrentó a través de los libros.

"Me dediqué a leer los de otros, acabé escribiendo uno sobre la propia experiencia de la cuarentena, en forma de diario, y regalando otro que tenía escondido por ahí, por no poner sobre él mi nombre e intentar que llevara una existencia independiente. No porque me avergonzara de él, que no me avergüenzo en absoluto, sino para dejar que el lector se enfrentara al texto sin el estorbo de mi presencia", explica.

El primero de los libros, 'Diario de la alarm', se publicó en su blog, día a día, a medida que iban progresando sus anotaciones. El segundo, 'Y te irás de aquí', se difundió gratuitamente, como libro electrónico.

Se trata de la primera vez, dice Silva, que da a la imprenta un texto diarístico: "La atracción que siento por la ficción y las historias ajenas me ha hecho siempre muy difícil mantener un diario, del que tendía inexorablemente a desconectarme dado lo anodino de mi peripecia vital".

Pero en el confinamiento probó con este diario, por el que pasan Heródoto, Tucídides, Jenofonte, Epicteto, Joseph Roth, José Luis Sampedro, Mika Waltari, Ángel Ganivet o Rainer Maria Rilke, pero también Luis Eduardo Aute o Leonard Cohen.

Con la novela que sacó con un seudónimo señala que quería despojar a la historia "de la losa de la autoría", que en su caso "es una marca ya consolidada y por tanto fuente de todo tipo de prejuicios, tanto positivos como negativos".