El productor Scott Rudin, que el fin de semana anunció que abandonaría sus proyectos en Broadway, aseguró este martes que también se retirará del cine y la televisión después de ser acusado de agresiones y abusos en el entorno laboral. Rudin dijo en un comunicado recogido por medios como The Hollywood Reporter que asume que debe dejar de lado todos sus trabajos, incluidos los de la pequeña y la gran pantalla. "Lamento profundamente el daño que mi comportamiento ha causado y tomo este paso con el compromiso de crecer y cambiar", señaló el ganador del Óscar a la mejor película como productor de 'No Country for Old Men' (2007) junto a los hermanos Coen. Esto supondrá, por ejemplo, que Rudin dejará de colaborar con A24, la compañía independiente con la que trabajó en joyas como 'Lady Bird' (2017) o 'Uncut Gems' (2019).

La semana pasada, The Hollywood Reporter publicó una lista de testimonios que acusaban a Rudin, un productor de peso tanto en Hollywood como en Broadway, de tratar de forma violenta a sus empleados y compañeros de trabajo. El artículo detallaba que el productor de películas como 'The Truman Show' (1998) o 'The Social Network' (2010) rompió un ordenador al golpearlo contra la mano de un asistente que no pudo reservar un asiento en vuelo completo y, en otra ocasión, arrojó un recipiente de cristal a un empleado durante una reunión. "Este artículo apenas roza la superficie de todo el comportamiento abusivo, racista y sexista de Scott Rudin", aseguró en Twitter la productora Megan Ellison, quien trabajó con Rudin en 'True Grit' (2010).

En una época en la que Hollywood está examinando sus dinámicas de poder, y tras la caída de otros pesos pesados como Harvey Weinstein, varios trabajadores señalaron a Rudin como responsable de una cultura de trabajo tóxica y violenta. "Todos los días eran extenuantes y horribles", resumió Ryan Nelson, que trabajó como asistente ejecutivo del productor entre 2018 y 2019. El exempleado describió jornadas de trabajo de 14 horas que obligaban a varios trabajadores a dormir en la oficina, donde vio a su jefe lanzar una grapadora y llamar "retrasado" a un compañero.

Durante años, la prensa había descrito al condecorado productor como una persona de carácter fuerte. The Hollywood Reporter lo calificó como "el hombre más temido de la ciudad" en 2010 y el propio Rudin presumió de haber hecho dimitir a 119 asistentes en un artículo que The Wall Street Journal publicó en 2005.