Las mascarillas y pegatinas con una X blanca en apoyo a las reivindicaciones de los técnicos de artes escénicas se han colado este lunes en la gala de entrega de los Premios Max, que han honrado la trayectoria de la veterana actriz catalana Gemma Cuervo.

Asistentes a la gala han lucido desde la alfombra roja y durante la ceremonia este símbolo, que también ha llegado al escenario en las solapas de algunos de los premiados, para mostrar su respaldo a las reivindicaciones de los más de medio millar de técnicos temporales del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música que protestan por la última oferta de empleo público, ya que les excluye al no poseer la titulación exigida.

Precisamente ha sido el Premio Max al Mejor Diseño de Iluminación, Juanjo Llorens, que exhibía en su solapa la X impresa en una pegatina, quien ha leído al recoger el galardón un mensaje con las reivindicaciones de este colectivo y ha destacado la labor del "tramoyista", palabra que engloba todos los equipos técnicos del espectáculo. "El telón no se sube y se baja solo", ha recalcado también desde el escenario Debora Macías, Premio al Mejor Diseño de Vestuario, después de reclamar equipos técnicos "cualificados, profesionales, con titulación y con formación".

En el momento más emotivo de la gala, el bilbaíno Teatro Arriaga ha honrado con un prolongado aplauso la trayectoria en teatro, cine, radio y televisión de la actriz catalana Gemma Cuervo, que desde el escenario ha agradecido el homenaje muy emocionada.

Gemma Cuervo, que ha llegado al teatro y ha posado ante los fotógrafos del brazo de sus hijas Cayetana y Natalia, ha recogido el Premio de Honor entre lágrimas y con una emoción compartida por su hija Cayetana Guillén Cuervo, junto ella en el escenario, aunque sin perder su dominio escénico. Tras besar la estatuilla, la actriz catalana ha dicho que lloraba "de amor y de agradecimiento" y se ha mostrado "muy feliz" por estar entre su público.

Gemma Cuervo con sus hijas Natalia y Cayetana. EFE

Los Premios Max han recalado por tercera vez en Bilbao de la mano del dramaturgo Calixto Bieito, director por segunda vez de la gala, que se ha desarrollado bajo el lema 'Toda la ciudad es un escenario'. Entre premio y premio, han desfilado por el escenario del Teatro Arriaga para mostrar su talento artístico el actor y cantante Asier Etxeandía, el compositor Enrico Bárbaro, la cantante de origen guineano Afrika Bibang, que ha interpretado un tema en euskera, y la soprano lituana Ausrine Stundyte.

El personaje travestido de Yogurinha Borova ha reivindicado en la gala el respeto a la diversidad y a la libertad sexual con una canción en euskera, que ella misma ha ido traduciendo al castellano: "Nunca te escondas, libera tus sentimientos, muéstrate tal cual eres. Que viva la diversidad y que viva el cariño", ha proclamado.

El bertsolari Jon Maia, la actriz Miren Gaztañaga y el dramaturgo Bernardo Atxaga, el escritor actual más leído en euskera, han completado el plantel de artistas vascos en la gala, en la que la danza ha estado representada con las actuaciones de la bailaora flamenca Adriana Bilbao y la compañía Lasala con Paula Parra.

Previamente, han desfilado con soltura por la alfombra roja numerosos representantes destacados del teatro y la danza española, como Emma Suárez, Ana Wagener, Daniel Grao, Olatz Beobide, Carolina Yuste, Joan Carreras, Igor Yebra, Itziar Lazcano y Lucia Lacarra. Tampoco han faltado los políticos. El ministro de Cultura, Miquel Iceta; el alcalde de Bilbao, Juan Mari Aburto, y el consejero de Cultura y portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, han desfilado por la alfombra roja y posado para los fotógrafos con desigual fortuna, perjudicados en la comparación con las gentes de la escena.