La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha comparecido este viernes para abordar la crisis abierta con el pulso que el Primavera Sound ha echado al ayuntamiento, al advertir uno de sus directores de que la cita podría abandonar la ciudad por falta de sintonía con el ayuntamiento. “Está fuera de discusión que el festival se queda en Barcelona”, ha proclamado.

Colau ha aludido directamente a uno de los puntos que separan a la organización del consistorio: la posibilidad de que el Primavera Sound consolide el modelo de festival ampliado, es decir, comprendiendo dos fines de semana, algo previsto para 2022 con el fin de recuperar pérdidas generadas por el parón causado por la pandemia. “Quiero recordar que yo misma salí a anunciar la edición ampliada de 2022”, ha subrayado para destacar que le da importancia al asunto.

Complicidad y dinero

La alcaldesa ha dejado claro que su gobierno está a favor de mantener ese modelo por lo menos un año más: “Estamos trabajando para que la edición ampliada se dé en 2022 y también en 2023”. Y ha añadido que por si quedaba alguna duda que pueda tornarse malentendido, este viernes habrá una reunión entre la organización del festival y el teniente de alcalde de Cultura, Jordi Martí.

“Nunca he tenido dudas de la complicidad entre Barcelona y el Primavera Sound y si había alguna, quedará resuelta en la reunión que se celebrará hoy”. Preguntada por si el conflicto tiene relación con un aumento del alquiler que se cobra al Primavera Sound, ha negado que exista un problema de dinero.