Todos los años, el sábado del puente del Día del Trabajo, Pasco Ferri organiza una barbacoa de marisco a la que invita a todo el mundo. Tanto es así que si pasas por delante de su casa y te quedas mirando cómo prepara el hoyo para el carbón, también te invitará a ti. Danny Ryan, mientras le observa, se pregunta a cuántos hombres habrá matado con sus propias manos. Porque Pasco es hombre de distancias cortas —de navaja o alambre— para poder oler el sudor de sus víctimas.

Este es el mundo en el que ha crecido Danny. Un cosmos dominado por irlandeses e italianos en la ciudad de Providence, en Rhode Island. Los primeros son quienes gestionan los muelles; los segundos, los camiones. Y como suele suceder en estos ambientes, todos —siempre— quieren más. Más poder, más territorio, más dinero, más influencia. La noche de la barbacoa Liam Murphy intenta meterle mano a Pam Davies, la novia de Paulie Moretti. Nadie toca a la chica de otro, menos aún si eres irlandés en la fiesta de un italiano.

Paulie y sus amigos muelen a palos a Liam, hasta tal extremo de que poco les falta para acabar con él. Estamos en los años ochenta y acaba de desatarse la guerra entre bandas. Si la trilogía de El Cártel apabullaba por su crueldad y violencia aquí esos elementos se han rebajado. Sin embargo, que el lector no espere encontrar corrección política en los diálogos. La novela transcurre en una época en la que el racismo, los abusos contra las mujeres y la homofobia campaban —todavía más— a sus anchas que hoy en día.

Una de las mayores habilidades de Winslow es su capacidad para crear novelas entretenidas, de lectura ágil, y que además logren dejar un poso en el lector. La elección de la narración en presente es un acierto. La inmediatez y la sensación de veracidad que aporta este recurso encaja como un guante para la historia que quiere contarnos. Tan solo recurre al empleo del pasado cuando biografía a cada uno de sus personajes.

Estas pausas en la acción no solo no ralentizan el ritmo del texto, sino que siempre nos quedamos con ganas de saber más de los protagonistas; qué les ha llevado a ser como son, por qué actúan del modo en que lo hacen. El número de personajes que encontramos en el libro no es escaso, y que el lector no se pierda con unos y otros es una prueba de la buena construcción de la obra.

Una de las mayores habilidades del autor es su capacidad para crear novelas entretenidas, de lectura ágil

Don Winslow (Nueva York, 1953) comienza con Ciudad en llamas (Harper Collins, 2022) una nueva trilogía ambientada en el lugar donde creció. En España hemos podido leerlo en primicia mundial gracias a la trascendencia que tiene el día de Sant Jordi (en el resto de países ha salido a la venta el 26 de abril mientras que aquí lo encontrábamos ya en las librerías desde el día 18). Una primera entrega autoconclusiva que es el aperitivo perfecto para lo que vendrá después.

No solo la mafia ha servido de inspiración a Winslow. La novela se divide en tres partes que arrancan con citas de la Ilíada de Homero, textos que no están ahí de forma casual. Pam Davies será quien desate aquí el conflicto cuál Helena de Troya del siglo XX. Una femme fatale clásica que jugará a dos bandas causando la desgracia de unos y otros. Una historia mil veces contada, pero no por ello caduca.

'Ciudad en llamas'

Autor: Don Winslow

Traducción de Victoria Horrillo Ledesma

Editorial: Harpercollins

432 páginas, 21.75 euros