Reunión histórica

El Último de la Fila: "La gente vendrá a oír nuestras canciones, no a vernos a nosotros por nuestro físico"

Manolo García y Quimi Portet anuncian unos conciertos de reunión en 2026 con todos sus hitos, "probables" canciones nuevas, la banda clásica al completo y un "sonido tirando a incendiario"

Jordi Bianciotto

Madrid

El 30 de marzo de 1996, El Último de la Fila ofrecía en Cartagena su último concierto, y el 25 de abril de 2026, treinta años después, reaparecerá en Fuengirola, arranque de una gira de reunión de nueve conciertos que le llevará a otros escenarios, entre ellos el Estadi Olímpic (3 de mayo). En todo este tiempo, Manolo García y Quimi Portet se han hartado de lanzar jarros de agua fría a toda hipótesis de regreso del grupo. ¿Qué ha ocurrido para que se decidieran? Pues que reencontrarse les hace “mucha ilusión” y que “todo lo que da alegría, ¿por qué no hacerlo?”, defendió Manolo García este martes en la presentación del ‘tour’, en el centro cultural Casa de Vacas, de Madrid. Para Quimi Portet, el cambio de parecer se debe a que “en esta vida van pasando cosas y no se puede ser inflexible en nada”. 

En el centro está su arte musical, quisieron dejar claro. “Es importante decir que la gente vendrá a oír nuestras canciones, no a vernos por nuestro físico”, bromeó Portet. La motivación primera de la reunión partió del encuentro de ambos músicos para elaborar el ‘boxset’ ‘Desbarajuste piramidal’ (2023). “Ahí surgió el germen de la idea de presentarnos en directo”, reveló el guitarrista. “Cómo y cuándo no lo sabíamos”. Este regreso será “como una paella entre amigos”, apuntó García. “Unas risas, un poco de alegría y unos guitarrazos bien dados”.

Banda de veteranos

Los ‘connaisseurs’ celebrarán que la reunión se hace extensiva a los músicos de la banda: ahí estarán los históricos Ángel Celada (batería), Antonio Fidel (bajo), Juan Carlos González (percusión y teclados), Josep Lluís Pérez (guitarra eléctrica) y Pedro Javier González (guitarra flamenca). La selección del repertorio será “relativamente sencilla”, apuntó Portet. “Tocaremos las canciones que más nos gustan, que suelen coincidir con las que más gustan a la gente”. Retrocediendo incluso a los temas de Los Rápidos y Los Burros, como ‘Huesos’ o ‘Disneylandia’, reveló. Sonido “tirando a incendiario, crudo”, tratando de recuperar las tomas originales con el plus de excitación del directo. Y abriéndose a canciones nuevas. “Es muy probable que haya alguna a las puertas de la gira”, indicó García. “Quimi tiene una incontinencia compositiva maravillosa. A veces voy a su casa y me dice ‘tengo esto’ y entonces yo canto”. 

Los precios de las entradas irán de 65 a 90 euros. “Somos un grupo popular. Ponerlas más caras sería un insulto”, destacó Manolo García, para quien “hoy pasan cosas que nos parecen desmesuradas, disparatadas”, como “encarecer las entradas según la demanda”.

Volver a lo básico

En un aparte con este diario, Manolo García y Quimi Portet explicaron que la decisión de volver la tomaron hace nada, en febrero. “Siempre estamos de acuerdo en todo, porque cuando uno tiene muy clara una cosa, convence al otro sin necesidad de insistir mucho”, deslizó el guitarrista. Recuperan músicos de los 80 y 90 porque se trata de ”volver a lo básico”, y eso es posible porque, “si bien todos están un poco granaditos, están en activo, así que esto será El Último de la Fila puro”, subrayó Garcia. Hoy por hoy no vislumbran un álbum, si bien el cantante sí publicará el suyo en noviembre. “Haré la promoción que toque, pero no habrá conciertos, porque me concentraré en preparar los de El Último”, explicaba a este diario en Casa de Vacas. 

Aunque ellos fueron grandes vendedores de discos, hay que recordar que pasaron años picando piedra, como reflejan esos nombres de bandas fatalistas y agoreros. “Nos conocimos en tiempos de vacas no flacas, sino transparentes, y recuerdo conciertos con Los Burros donde no había nadie. Nadie. Luego, con El Último conseguimos despegar pese a lo estrambótico del proyecto, que empezamos Manolo y yo con un magnetofón en Poble Nou”, rememoraba Portet. 

En sus días de gloria nunca hicieron una gira de estadios, aunque sí actuaron en el Camp Nou (en la noche de Amnistía Internacional, 1988) y en el Estadi Olímpic (1990), en un doble cartel con Tina Turner. “Iba a ser un concierto nuestro, porque fue nuestra la idea de ‘Defensa de la natura’, pero nos comieron la cabeza y metieron también a Tina y a Sopa de Cabra como invitados”, recordaba Manolo García. Estos grandes recintos no les imponen, a juicio de Quimi Portet. “Altavoces, torres de luz… Todo debe ser de una magnitud diferente. Pero no dan más respeto que otros locales…, siempre y cuando estén llenos”. 

Las entradas salen a la venta este jueves. “Y parece que hay una aceptación popular de nuestras canciones y que todo el mundo está muy emocionado pensando que estos locales se llenarán”, señaló el guitarrista Portet. Volvemos, sí, a las canciones, el centro de todo, a opinión de ambos, por encima de la idolatría a unos músicos. “Son ellas las que nos defienden, las que nos dan esa seguridad de ir al Estadi. Las canciones son mágicas, no las nuestras, las de todo el mundo: las de Petty, Dylan, los Beatles”, cavilaba Manolo García. 

¿Siguen vigentes ‘Dulces sueños’, ‘Aviones plateados’, ‘Lapiz y tinta’…? “Son sinceras, y la sinceridad siempre es vigente”. Para Portet, “tienen algo atemporal”. Pero habrá que tomarse algunas licencias. “Porque la sensualidad de ciertos temas, cantada por unos señores de cierta edad, provocará que todos hagamos la vista gorda, nosotros y el público. Como cuando Paul McCartney canta ‘Michelle’”.

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