La medida convierte a Disney en la primera factoría de producción cinematográfica que toma tal decisión y refleja una tendencia anti-tabaquista cada vez más generalizada en un medio que durante décadas alimentó, gracias a sus fotogramas, los deseos del público de encender un cigarro nada más terminar la proyección.

El anuncio en este sentido de Robert Iger, presidente de la compañía, también indica que sugerirá que se aplique el mismo espíritu contrario al tabaco en aquellas producciones que adquiera para su distribución mediante sus sellos Touchstone y Miramax.

En una carta al representante demócrata Edward Markey, que preside el comité que estudia los efectos perniciosos del cine en los niños, Iger subrayó también su intención de colocar anuncios que adviertan del riesgo que se corre si se fuma sobre imágenes de filmes en los que aparezcan personas echando humo.

La decisión de los estudios Disney sigue la norma adoptada hace años por la compañía, que borró digitalmente el cigarrillo del vaquero Pecos Bill en uno de sus cortometrajes clásicos de animación.

Aun así, la asociación American Legacy que lucha contra el consumo de tabaco en el cine, considera que la decisión de los estudios Disney se queda corta por no haber aclarado cuáles serán las medidas concretas que tomará en aquellas películas adquiridas para su distribución.

La misma asociación divulgó recientemente un estudio que indicaba que en el 90 por ciento de las películas que se estrenan en EEUU aparece alguien fumando.

El mismo informe subrayó que los niños más expuestos a estas imágenes corren un riesgo tres veces superior de convertirse después en fumadores potenciales.