Este catálogo es obra del nieto del pintor Joan Punyet Miró y del hijo del ceramista, Joan Gardy Artigas, con la colaboración de Cristina Calero Fernández, y ha sido editado por la Sucesión Miró y Daniel Lelong.

El catálogo identifica los diversos períodos en la obra cerámica mironiana: 1944-46, cuando colabora con Llorens Artigas en su taller de Barcelona; 1953-70, etapa en la que continúa con Llorens y su hijo Joan Gardy Artigas pero en su nuevo estudio de Gallifa, y fruto de esta colaboración nace el Laberinto de la Fundación Maeght (1964), y 1970-80, cuando, enfermo el padre, trabaja únicamente con Gardy Artigas.

En la última etapa, en 1981, Miró trabaja con el ceramista alemán Hans Spinner, con quien crea once cerámicas para la casa de Aimée Maeght, anexa a la Fundación Maeght de Saint-Paul-de-Vence.

Aparte de los textos de los autores, el volumen presenta imágenes, en su mayoría en color, de cada una de las 441 cerámicas referenciadas, algunas desde diferentes perspectivas.

La investigación llevada a cabo por Punyet Miró y Joan Gardy Artigas durante más de seis años ha permitido incluir cerámicas inéditas en el catálogo.

Del conjunto, 78 cerámicas no aparecían en la primera monografía realizada por Aimée Maeght en 1974, otras 79 no se ilustraban en el estudio editado por Polígrafa en 1993 y quince cerámicas se publican ahora por primera vez.

Cada reproducción se acompaña de una descripción que incluye el título, la fecha, la técnica, las medidas, el lugar en el que se encuentra, la firma, su localización actual, procedencia, exposiciones más importantes en que se ha exhibido y publicaciones más destacadas en las que ha sido reproducida.

Los autores han llegado a la conclusión de que la colaboración entre Miró y Artigas "fue más lejos de la habitual relación entre artista y artesano".

El catálogo recoge unas declaraciones de Artigas en un intento de describir sus obras: "Estas no son cerámicas decoradas, son sencillamente cerámicas; es imposible decir dónde comienza el pintor y dónde acaba el artesano".

Las cerámicas de Joan Miró son piezas únicas y de hecho nunca hizo múltiples, pues veía la cerámica como "una poesía profundamente ligada a la magia ancestral de la arcilla, el fuego, la ceniza y el humo".

Todos los títulos de las cerámicas de Miró son meramente descriptivos: "Pequeña figura", "Figura grande", "Doble cara", "Cabeza cuadrada", "Huevo", "Placa" o "Calabaza" son algunos de los ejemplos.