Villa, uno más en el Barça

Ovacionado por la grada cuando debutó oficialmente como jugador del Barcelona, en el minuto 57 del partido ante el Sevilla, David Villa ya ejerce como una pieza más del engranaje azulgrana, el que le ha permitido remontar el 3-1 de la ida de la Supercopa aplicando su estilo inconfundible de fútbol al ganar al Sevilla por 4-0.

El gran fichaje de la temporada del Barcelona no fue titular. El jugador más esperado por la afición del Camp Nou fue aclamado por la grada cuando le tocó saltar al campo. Lo hizo sustituyendo a otro campeón del mundo, Pedro, en el minuto 57, al mismo tiempo que Andrés Iniesta sustituía a Bojan.

Villa terminó en ese momento con una serie de episodios que se remontan al año pasado, cuando el Barcelona no logró que el Valencia lo traspasase. Después de cientos de horas de negociaciones, de su presentación oficial y del Mundial de Sudáfrica, tantos días después, Villa por fin pudo jugar con el Barça.

Recibió las instrucciones de Guardiola antes de pisar el césped: los gestos del entrenador fueron claros. Abierto a la banda izquierda, para dejar a Messi como teórico delantero centro, con Iniesta como extremo derecho.

Villa, un manojo de nervios, salió a mil por hora. Presionó cada salida de balón del lateral del Sevilla, buscó a sus compañeros y demostró un irrefrenable ansia de gol.

Aunque no marcó, el delantero asturiano demostró que no le costará ni un minuto acoplarse al estilo del Barcelona: juego de posición, posesión de la pelota, búsqueda constante del arco rival y sobre todo, una gran movilidad entre los jugadores de ataque.